El Club Atlético Rosario Central presentó este martes ante el Ministerio de Seguridad de la provincia de Santa Fe una nota solicitando “en forma urgente” se implementen todas las medidas necesarias a los efectos de la identificación de los responsables de haber arrojado bombas de estruendo y otros objetos al campo de juego durante el desarrollo del partido del último domingo que se desarrolló en el Gigante de Arroyito frente a Banfield.
El pedido se encuentra dentro del marco del convenio suscripto oportunamente por nuestra institución y el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Fe, el cual pone a los clubes en la obligación de denunciar este tipo de hechos, como los que se registraron el último domingo en el estadio Gigante de Arroyito.
Comunicado oficial
— Rosario Central (@RosarioCentral) October 22, 2024
Presentación ante el Ministerio de Seguridad.
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Rosario Central explicó que "reafirma su compromiso con la integridad del espectáculo deportivo, y de todos los asistentes al mismo".
El texto, que firma el presidente Gonzalo Belloso, exhorta a las autoridades a identificar a las personas que obligaron a la interrupción del partido. De todos modos, el mensaje omite lo ocurrido con la bandera que decía “No respetamos a nadie”, la cual era sostenida por dos personas encapuchadas y con remeras que señalaban “Samuel Presente”, en alusión a Samuel Medina, el yerno del líder de Los Monos que fue asesinado a tiros el 1º de octubre.
Ocurre que la primera lectura del hecho explica que las bombas de estruendo fueron arrojadas para captar la atención de todos.
El partido se detuvo y el arquero de Banfield, Facundo Sanguinetti, tuvo que ser asistido porque algunos de los estruendos ocurrieron muy cerca de él. El árbitro aprovechó para detener el juego y que el resto de los jugadores se hidraten, debido al calor que hizo el domingo por la tarde.