Pablo Pino cuenta que comenzó su derrotero como vocalista producto de esa tradición adolescente tan arraigada en Rosario como lo son las bandas que se forman alrededor de un grupo de amigos. De los arrabales del oeste ferroviario y techos bajos surgió primero Never Listen y más tarde Cielo Razzo: la banda de rock más representativa de la ciudad que desde hace años pisa fuerte en la escena nacional.
Cantante consolidado, con estilo propio, en los últimos años tomó la decisión de seguir expandiendo su universo musical junto a dos compañeros de ruta: Nahuel Marquet y Choza Salanitro con quienes formó Los Bardos. Un lugar, según el propio Pino, que necesitaba artísticamente por fuera de Cielo Razzo.
Desde aquel primer disco de Cielo grabado en el Camote, pasando por las trágicas ausencias de Pablo Caruso y Claudio Crispín hasta este presente que ya surca los 25 años de carrera dentro del rock argentino; Pablo Pino desanda su historia y trae a la memoria detalles y anécdotas de aquel sueño colectivo que se transformó en realidad: vivir de la música.
A continuación los tramos más destacados de la entrevista:
Polilla para los amigos
La primera posibilidad real de cantar
Los comienzos de Cielo Razzo
Una nueva etapa: Los Bardos