¿Por qué fracasan los países? El Nobel expone el verdadero villano de la economía

No es la geografía ni la cultura: son las instituciones las que deciden el éxito o el fracaso de las naciones. El Premio Nobel 2024 reaviva el debate sobre quiénes controlan realmente el destino de los países en desarrollo

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Este lunes, la comunidad académica y económica internacional tiene un nuevo foco de atención: los científicos Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson, quienes fueron galardonados con el Premio Nobel de Economía 2024 por su trabajo sobre las instituciones y su impacto en la prosperidad de las naciones. La Real Academia de Ciencias de Suecia elogió su labor al señalar: "Reducir las enormes diferencias de renta entre países es uno de los mayores retos de nuestro tiempo".

El trabajo más influyente de dos de los premiados, Acemoglu y Robinson, es su libro de 2012, Por qué fracasan los países, que argumenta que el éxito o el fracaso económico de las naciones no depende de factores geográficos o culturales, como se creía anteriormente, sino de la calidad de sus instituciones políticas y económicas.

Instituciones: el factor decisivo

Según la teoría de Acemoglu y Robinson, las instituciones inclusivas, que permiten la participación de la mayoría de la población, fomentan el crecimiento económico y la prosperidad. En cambio, las instituciones extractivas, que concentran el poder y los recursos en manos de unos pocos, conducen al estancamiento y al colapso.

Uno de los ejemplos más utilizados por los autores es Nogales, una ciudad dividida entre Arizona (EE.UU.) y Sonora (México). A pesar de compartir cultura y ubicación geográfica, la parte estadounidense de Nogales es mucho más próspera, debido a la diferencia en sus instituciones políticas y económicas.

Historia y desigualdad

El análisis de los ganadores del Nobel también destaca cómo la historia colonial ha dejado una huella profunda en la estructura institucional de muchos países. Según los autores, los sistemas extractivos establecidos por las potencias coloniales han persistido en numerosas regiones, perpetuando la desigualdad y la pobreza.

"Los colonizadores europeos dejaron un legado de instituciones extractivas en muchas de las regiones que dominaron, y estas han sido clave para mantener la desigualdad económica", explicó Daron Acemoglu en una entrevista reciente.

Críticas a teorías anteriores

Además de su trabajo innovador sobre las instituciones, los galardonados han sido críticos con otras teorías tradicionales del desarrollo económico. En su libro, refutan las explicaciones basadas en factores geográficos y culturales, y afirman que el poder y los intereses de las élites políticas juegan un papel crucial en el éxito o fracaso de las naciones.

La resistencia de las élites a cambiar estructuras que les benefician a corto plazo es uno de los grandes obstáculos para lograr un desarrollo más inclusivo, sostienen los autores.

Este premio Nobel no solo resalta la relevancia de las instituciones, sino que también impulsa un debate urgente sobre las reformas necesarias para abordar la desigualdad y el desarrollo económico en un mundo cada vez más interconectado.

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