En un mercado marcado por la incertidumbre y las fluctuaciones típicas de fin de año, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha logrado un hito significativo: acumuló un saldo positivo de USD 245 millones en el mercado de cambios, la cifra más alta de los últimos seis meses. Este volumen de compra representa el 59% de los dólares ofertados en el mercado de contado, logrando fortalecer sus reservas y alcanzar un nivel superior a los USD 30.000 millones. Con esta intervención, el saldo comprador del BCRA en noviembre ascendió a USD 804 millones, una cifra destacable para un mes de baja estacionalidad en la liquidación de divisas.
Esta intervención se sostiene, en gran medida, por dos factores clave: la fuerte liquidación del agro y el flujo de dólares provenientes de préstamos adjudicados en moneda extranjera para empresas locales. Así, la dinámica del mercado de cambios se ha visto alterada en esta última etapa del año, marcando un contraste con el histórico comportamiento estacional. En particular, la liquidación del agro en noviembre se mantiene en un promedio diario de USD 125 millones, igualando los niveles observados en los meses pico de junio y julio, algo inusual para esta época del año.
El blanqueo como factor de cambio
Uno de los elementos que ha permitido al Banco Central sostener estas compras en el mercado oficial es el blanqueo de capitales, permitiéndole acumular reservas en un momento donde históricamente predominaba la venta neta de divisas.
Este ingreso extraordinario de dólares también ha sido respaldado por el auge de los préstamos en dólares otorgados a empresas para prefinanciar exportaciones, adelantando así la liquidación de la próxima campaña agrícola. Gracias a estos créditos, las empresas del sector agropecuario han podido sostener un flujo constante de liquidaciones en el mercado cambiario, incluso cuando las condiciones estacionales indicaban una desaceleración. Además, las expectativas de reducción en el impuesto PAÍS provocaron una postergación de importaciones en agosto, lo cual alivió la demanda de divisas en los meses posteriores.
Depósitos en dólares y la estrategia de acumulación de reservas
El impacto del blanqueo no solo se reflejó en la compra de dólares por parte del BCRA, sino también en el incremento de los depósitos en dólares en el sector privado. El pasado viernes 8 de noviembre, estos depósitos crecieron en USD 72 millones, alcanzando los USD 34.198 millones, lo que representa un aumento del 10,1% en octubre y un 78,8% en el bimestre de septiembre-octubre. Este crecimiento en las colocaciones de dólares representa un nivel récord desde la salida de la Convertibilidad en 2002 y da cuenta de una mayor confianza en el sistema financiero local. Desde el inicio de la gestión de Javier Milei, los depósitos en dólares registran un incremento notable del 142,1%, alcanzando un total de USD 34.578 millones al cierre de octubre.
Este proceso de acumulación de divisas en el Banco Central es una estrategia que, según varios analistas, buscaría estabilizar el mercado cambiario y, eventualmente, reducir la necesidad de ajustar el tipo de cambio de manera periódica. En este sentido, el mismo presidente Milei adelantó en un evento reciente que, de mantenerse estos niveles de acumulación, el Banco Central podría reducir el crawling peg (devaluación controlada) al 1% mensual. Este anuncio podría interpretarse como una señal de que el Gobierno prevé una mayor estabilidad en el valor del peso frente al dólar, una expectativa que podría resultar atractiva para empresas y agentes económicos que planifican sus operaciones con una menor incertidumbre cambiaria.
Perspectivas a corto plazo: ¿se mantendrá la tendencia?
Con un panorama cambiario más favorable y un incremento de las reservas brutas, el BCRA parece haber encontrado una vía temporal de estabilidad. Sin embargo, existen interrogantes sobre la sostenibilidad de esta estrategia, ya que gran parte de la entrada de dólares depende de factores externos, como la disponibilidad de créditos para el sector agropecuario y el blanqueo de capitales. Aunque las autoridades monetarias han logrado un respiro en un contexto económico desafiante, los próximos meses serán clave para evaluar si esta tendencia de acumulación de reservas es sostenible o si responde únicamente a un contexto excepcional.
La posibilidad de estabilizar el mercado de cambios y reducir el crawling peg resulta atractiva, aunque también plantea un desafío en términos de política monetaria. Para muchos empresarios y emprendedores, este es un momento para evaluar cómo podría afectar su actividad económica una eventual reducción en la volatilidad cambiaria, especialmente en sectores altamente dolarizados como el agroindustrial, la energía y la importación de bienes de capital.
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