Sin dudas, el clima volverá a ser protagonista en la campaña 2022/2023. Con altas probabilidades de contar por tercera vez consecutiva con un Año Niña, los productores ponen el foco en la toma de decisiones y en la planificación, para tratar de reducir al mínimo el posible daño que pueda ocasionar en cada lote la falta de precipitaciones.
Como todos los años, las malezas son un problema recurrente y las prácticas adecuadas para contrarrestarlo merecen un análisis especial, fundamentalmente en tiempos donde la sequedad es el principal obstáculo. Qué, cómo y cuándo, son tres interrogantes que los productores y asesores se plantean con fuerza. Por eso, Ecos365 dialogó con el Ing. Agr, Martín Marzetti, un reconocido profesional e idóneo en la materia, que compartió algunos conceptos claves para lograr los mejores resultados posibles.
“Es una campaña complicada desde varios puntos de vista. El clima pega fuerte y se pronostica seco, algo que dificulta el manejo de malezas, y también está muy difícil desde la planificación económica y financiera, con falta de productos y restricciones a las importaciones”, analizó.
Al referirse a los aspectos centrales y correctos para un buen manejo de malezas, el experto aclaró: “primero es necesario tratar de definir los cultivos y cuando no se está seguro, saberlo de antemano como para no usar producto que después no nos permitan cambiar de cultivo”. Y agregó: “en año seco, siempre la recomendación es aplicar con malezas chicas, en buenas condiciones de humedad porque cuando se pasan de tamaño en estos años se tornan incontrolables y empieza a producirse mucho fallo”.
También habló sobre la calidad de aplicación: “es necesario hacerla en horas de máxima humedad o en el caso de residuales antes de los chaparrones que sabemos que son bastante erráticos. Entonces es mejor tener bien planificados los residuales y todo listo para cuando se anuncien precipitaciones, estar los días anteriores haciendo los tratamientos. Puede fallar, pero cuando uno lo planifica puede ganar tiempo”
Y explicó: “en años secos el cultivo cierra tarde y dejan espacios a las malezas; si se falla en las aplicaciones los herbicidas no funcionan bien y eso genera los principales problemas”. En ese sentido reconoció que hay especies como las “chloris” o “gramas”, que son muy sensibles al estrés hídrico y los tratamientos que se realicen puede funcionar mal. “No es que la maleza en los años secos crezca más, sino que no pueden controlarse bien”.
Monitorear y actuar
Marzetti reconoció que el productor “está mucho mejor” que hace algunos años atrás en lo que respecta al manejo y tratamiento de malezas, pero al mismo tiempo admitió que “hay mucho camino por recorrer”.
Al respecto, consideró fundamental “tener un asesor y detectar problemas tempranos”, porque en definitiva eso “es un modo de ahorro”. Y señaló: “hay que ir seguido a los lotes para mantener los lotes más limpios y a menor costo, evitando sobresaltos. Ni hablar en años secos donde todo lo que se hace tarde después pasa factura”.
Y concluyó: “hay que pensar en un manejo en el mediano y largo plazo, lo más diversos posibles y con todas las herramientas disponibles”.
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