La mirada en 2025: el PBI real de Argentina registraría el crecimiento más alto de la región

Un informe de la OCDE muestra buenas perspectivas para Argentina, pensando en 2025 y 2026. Sin embargo, los números de 2024 son desalentadores. ¿Qué medidas faltan para la consolidación fiscal?

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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) renovó sus estimaciones sobre crecimiento económico e inflación en Argentina. La actualización de diciembre de las perspectivas globales de la entidad apunta que el PBI local cerrará el 2024 con una contracción del 3,8%, pero se prevé una recuperación en 2025 y 2026.

“Se espera que el PIB se contraiga un 3,8% en 2024 y aumente un 3,6% en 2025 y un 3,8% en 2026. La recuperación del consumo privado se sustentará en aumentos salariales reales, en medio de una inflación en descenso y un mercado laboral fortalecido", indicaron los expertos.

"La inversión se beneficiará de la mejora de la confianza a medida que se reduzcan gradualmente los desequilibrios macroeconómicos, con mayor apoyo de un nuevo régimen preferencial para grandes inversiones (RIGI)”, expresó el documento.

Los analistas de la OCDE señalaron además que “las importaciones se recuperarán a medida que aumente la demanda interna, superando el crecimiento de las exportaciones”. En cuanto a los riesgos, la organización advirtió por los “retrasos en la implementación de las reformas planificadas” por Javier Milei, lo que podría modificar las proyecciones a la baja.

La consolidación fiscal debería continuar. El Banco Central ha estado reduciendo sus pasivos cuasifiscales y cerrando varias fuentes indirectas de creación de dinero. Según el trabajo, "la flexibilización de las restricciones a las importaciones y los controles monetarios proporcionaría un impulso adicional al crecimiento".

"Se necesitarán tasas de interés reales internas más altas para incentivar la demanda de activos en moneda nacional a medida que se flexibilicen los controles cambiarios. La continuación de las reformas en el mercado laboral y de productos es necesaria para mejorar el entorno empresarial y aumentar la productividad y los ingresos”.

Según los analistas, los indicadores de corto plazo “muestran signos de mejora”. El crecimiento trimestral repuntó al 3,4% en el tercer trimestre, según las lecturas secuenciales de un indicador de actividad mensual.

La agricultura, la ganadería y la minería fueron los sectores con el crecimiento más significativo, mientras que la industria manufacturera, la construcción y el comercio también experimentaron una fuerte recuperación gracias a que “el crédito real está aumentando y la confianza del consumidor subió un 8,8% en octubre”.

“En tanto, la desinflación continúa: la inflación mensual alcanzó el 2,7% en octubre, su nivel más bajo desde noviembre de 2021; y “los aumentos salariales han comenzado a superar la inflación desde abril”, señalaron los expertos.

Superávit

Según la OCDE, la cuenta corriente registró su primer superávit desde 2022 en el primer trimestre de 2024, “impulsada por una sólida balanza comercial”.

“Se espera que los menores impuestos a las importaciones y la flexibilización gradual de las restricciones en moneda extranjera para los importadores aumenten las importaciones en los próximos trimestres, mientras la cuenta corriente vuelve a deteriorarse lentamente. El blanqueo introducido en julio está ayudando a atraer entradas de moneda extranjera”.

“Se registraron superávits presupuestarios primarios de enero a octubre de 2024, algo que Argentina no había visto desde 2010. Estas mejoras están poniendo la consolidación fiscal en camino de alcanzar la meta de superávit primario del 1,5% en 2024, en consonancia con el cierre del déficit fiscal general. El presupuesto 2025 apunta a un equilibrio general y ordena recortes automáticos del gasto para compensar déficits de ingresos inesperados”, dijo.

"Nuevos esfuerzos"

Los analistas destacaron que “serán necesarios nuevos esfuerzos para sostener la consolidación fiscal”, con posibles opciones como “mejorar la gobernanza y la focalización de programas de protección social, racionalizar los subsidios a la energía, el transporte y el agua, y aumentar la eficacia de la recaudación impositiva mediante la simplificación del sistema tributario, la eliminación de impuestos distorsionantes y la reducción de la tributación regresiva”.

“Se requerirán tasas de interés reales positivas para contener la inflación y generar demanda de la moneda nacional una vez levantados los controles de capital, lo cual tendrá costos fiscales, añadiendo complejidad al equilibrio de las políticas macroeconómicas"

Para impulsar la productividad, se necesitarán reformas estructurales de amplio alcance, incluyendo la racionalización de regulaciones, la disminución de barreras de entrada al mercado, mayor competencia, menores restricciones comerciales y programas de capacitación alineados con la demanda de habilidades técnicas de los empleadores”, añadió.

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