El mes de noviembre tuvo tormentas que dejaron acumulados muy por encima de la media en varias regiones produtcivas del país, incluida la Zona Núcleo. Y, afortunadamente, diciembre arrancó de la misma maneras. De todas maneras, en zonas como Rosario, las precipitaciones no fueron significativas que, pese a los pronósticos para el próximo fin de semana, podría cumplir unos 21 días sin recibir valores importantes en un momento clave para el maíz temprano y la siembra de la soja de segunda.
Para conocer más detalles de "la foto" y lo que pueda suceder en el mediano plazo, el consultor de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) Alfredo Elorriaga, expresó: "El escenario de falta de agua parece alejarse de la campaña gruesa, pero las tormentas comienzan a mostrar una violencia poco común, típica de tiempo extremo".
Al analizar el fenómeno "La Niña", indicó que "es cada vez menos significativa", tanto en severidad como en duración", de acuerdo a las proyecciones que arrojan los modelos climáticos. "Hubo cambios muy importantes en el último mes con lo que se acortó todavía más el período de duración de “La Niña”; incluso bajó la probabilidad de “Niña” para diciembre, teniendo en cuenta que hace un mes era de 71%; y hoy se ubica en el 57%"
"Casi habrá Niña ni sus efectos adversos sobre las lluvias de diciembre, aunque el pronóstico se mantiene para enero y febrero de 2025", indica Elorriaga.
"Siempre señalamos que el fenómeno del ENSO es un indicador muy robusto de largo plazo, muy seguido por los mercados, precisamente porque, entre otros factores, considera la inercia térmica propia de las temperaturas oceánicas. Las variaciones en menores periodos de tiempo que estamos viendo, sumada a la mayor energía disponible, agregan incertidumbre a la evaluación de largo plazo, volviendo un poco menos predecible el comportamiento de los modelos climáticos", reflexionó.
"A principios de año hablamos de lo que podía llegar a ser una de las Niñas más importantes desde el año 2.000, con un enfriamiento notable, y hoy hay buenas razones para pensar que más que una Niña moderada sería una neutralidad fría"
Sobre este debilitamiento que se observa en “La Niña”, el experto reconoció que puede traer también efectos indeseados: "Probablemente, vamos a tener mayor frecuencia de fenómenos disruptivos o eventos de tiempo extremo. Temperaturas más altas que lo normal en la superficie del océano Pacífico o en el Atlántico aportan más combustible para que se formen tormentas potencialmente más violentas"
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