Hoy, 2 de octubre, es el Día Nacional del Escribano, y aunque suele ser una profesión que pasa desapercibida, su rol es crucial para la economía y los negocios. Los escribanos no solo certifican documentos; garantizan la seguridad jurídica de las transacciones que emprendedores y empresas realizan día a día. Su intervención otorga confianza en operaciones clave, como la compra de inmuebles, la constitución de sociedades y otros acuerdos que, sin ellos, estarían sujetos a incertidumbres legales.
En Argentina, con su marco regulatorio complejo y cambiante, la demanda de escribanos ha crecido, especialmente en áreas como el sector inmobiliario y las fusiones empresariales. El surgimiento de la firma digital ha transformado su trabajo, permitiendo acelerar procesos que antes eran lentos y presenciales. Esto es vital para empresarios que buscan eficiencia en un contexto donde el tiempo es clave. No obstante, la digitalización trae consigo riesgos de seguridad y confidencialidad que los escribanos deben gestionar con sumo cuidado.
En el ámbito inmobiliario, los escribanos son indispensables para asegurar que las inversiones se realicen de manera transparente y sin sorpresas. Lo mismo ocurre en el financiamiento de empresas y la constitución de sociedades, donde una intervención adecuada puede evitar futuros conflictos legales. El riesgo de litigios se minimiza con su trabajo, ya que certifican que todo se realice conforme a la ley, lo que ofrece tranquilidad a los inversores.
Además de su rol legal, los escribanos son intermediarios en el pago de impuestos y tasas, asegurando que las empresas cumplan con sus obligaciones fiscales. Este es un aspecto crítico en cualquier operación comercial, ya que evita futuros problemas con el fisco.
Sin embargo, la profesión no está exenta de retos. El avance de la inteligencia artificial y la automatización podría cambiar parte de su trabajo en el futuro, aunque por ahora su conocimiento y capacidad para garantizar la legalidad siguen siendo insustituibles.
En definitiva, aunque su rol muchas veces pase desapercibido, los escribanos son actores clave en la economía argentina. Aportan confianza y seguridad a cada transacción, elementos imprescindibles en un entorno de negocios donde la previsibilidad es escasa. Aquellos empresarios que entiendan su valor, estarán mejor preparados para enfrentar los desafíos del mercado.
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