El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de septiembre de 2024, publicado por el INDEC, arrojó que la inflación fue del 3,5% en septiembre y acumula un aumento interanual del 209%. Y de enero a septiembre acumuló un 101,6%. Entre las divisiones que más contribuyeron a este aumento se encuentran Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con un incremento del 7,3%, y Prendas de vestir y calzado, que subió un 6% por el cambio de temporada.
La mayor incidencia de estos aumentos se sintió en el Gran Buenos Aires, Noroeste y Cuyo, donde el alza en los costos de alquileres, electricidad y gas afectaron profundamente a las familias. Alimentos y bebidas no alcohólicas, aunque con una variación más moderada (2,3%), continúa impactando en los hogares argentinos, destacándose las subas en carnes y productos lácteos.
Las categorías que lideraron los incrementos son los productos regulados, con un alza del 4,5%, impulsado por los ajustes en las tarifas de servicios públicos, mientras que los estacionales aumentaron un 2,9%. La inflación núcleo, que excluye los factores más volátiles, registró un incremento del 3,3%.
El informe también revela grandes diferencias regionales, con la Patagonia liderando el alza en los precios de productos esenciales como alimentos, mientras que en Cuyo y el Noroeste, los servicios de vivienda y combustibles golpearon más fuerte.
Según el último informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC), los alimentos y bebidas no alcohólicas experimentaron un aumento del 2,2% en promedio, aunque ciertas regiones como la Patagonia vieron subas aún mayores, alcanzando el 3,1%.
Los productos frescos los que más impactaron en los precios
Entre los productos más afectados se encuentran los lácteos, con la leche fresca y los huevos aumentando hasta un 3,3%, mientras que la carne picada común también subió un 3,1%. Estos incrementos afectan de manera directa al costo de la canasta básica, incrementando la presión sobre las familias.
“El alza de precios está directamente ligada a la falta de previsibilidad en la economía, lo que empuja los costos de producción y, en última instancia, a los consumidores,” explicó Marcelo Costanzo, coordinador del informe del INDEC.
“Es un escenario en el que no hay productos que escapen a las subas. Todo está aumentando y seguirá así hasta que la inflación pueda controlarse.”
Algunas de las subas más notorias también incluyeron el aceite de girasol, que trepó un 3,8%, y el arroz blanco, que alcanzó un aumento del 2,4%. Además, frutas y verduras, si bien en algunas regiones mostraron leves bajas, en términos generales aumentaron un 4,1%. Estas cifras no hacen más que reflejar el desafío diario de los argentinos para llenar su mesa sin que eso signifique una erogación desmedida de su salario.
En palabras de Pedro Ignacio Lines, director técnico del INDEC: "Estos números reflejan un proceso inflacionario que sigue afectando con fuerza los precios regulados, especialmente en las tarifas de servicios, lo que pone más presión sobre el costo de vida". Por su parte, expertos en economía advierten que las presiones inflacionarias podrían mantenerse si no se toman medidas de control eficaces a corto plazo.
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