La pandemia del Covid-19 trajo aparejados diversos cambios en el mundo laboral, presentando retos en el campo de la ciencia y la salud. Debido a su rápido avance, aparecieron nuevos puestos de trabajo en espacios como hospitales y empresas, a la vez que muchos profesionales y estudiantes avanzados debieron ser capacitados en técnicas y saberes aplicados al singular contexto.
Con el progreso de la campaña de vacunación y el descenso de casos, son muchos los especialistas que se refieren a la llegada de la pospandemia. En este sentido, surge una pregunta valiosa en el ámbito político y empresarial: qué hacer con todo el personal que se instruyó para responder a demandas específicas del coronavirus frente a esta nueva etapa.
Ecos365 se comunicó con destacados referentes del sector científico tecnológico para dialogar sobre los desafíos que se presentan en este terreno y las estrategias puestas en marchas para aprovechar su know how, ya sea reubicándolos en otros puestos laborales o de la mano de programas de formación.
Know how al servicio de la ciencia
En pandemia los laboratorios cobraron un rol central por el rápido incremento en el número de testeos para detectar o descartar casos de coronavirus. Desde Cibic, centro de diagnóstico de gran relevancia en la ciudad y zonas aledañas, su director Fabián Fay señaló a Ecos365 que uno de sus objetivos como empresa fue estar a tono con las necesidades que se presentaron en los momentos más críticos.
"Yo lo que creo es que hubo una necesidad de responder a una demanda en términos de diagnóstico, de llegar a tomar muestras, de generar resultados en una línea de tiempo escasa, de adoptar nuevas tecnologías. En algún punto lo que se hizo fue incorporar a personas para resolver estas cuestiones en diferentes niveles, de acuerdo a su grado de competencia", explicó Fay.
A inicios de la pandemia, desde Cibic se salió a contratar personal idóneo para que tomara las muestras de hisopados y a profesionales con un grado de conocimiento mayor para trabajar en desarrollos específicos. Al nuevo mercado de trabajo se sumaron, dese investigadores con una larga trayectoria académica detrás, hasta chicos que estaban terminando sus carreras, muchos de los cuales vivieron sus primeras experiencias laborales en pandemia.
"Los profesionales y los estudiantes se incorporaron a un tipo de trabajo diferente al de la academia o al de la facultad. Hoy, con un escenario de mayor calma el saldo es positivo porque visibilizaste otros lugares de trabajo donde estas personas pueden desenvolverse y agregar valor a su desempeño", indicó Fay.
Por su parte Marina Baima, secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación de Santa Fe consideró que lo fundamental es acompañarlos en el recorrido que elijan hacer, ya sea que implique volver al ámbito de la investigación como seguir vinculados a un trabajo en empresas o brindarles apoyo a aquellos que quieren impulsar sus propios proyectos.
"Es personal con un grado de know how científico y tecnológico importante, que pasó por una experiencia vinculada a algo concreto. No es simple conseguir personas capacitadas, y muchos de estos profesionales asumieron el desafío de salir de los laboratorios y enfrentar otras cuestiones más ligadas a la coyuntura por lo que es importante seguir apoyándolos en su trayectoria", consideró Baima.
Iniciativas para su desarrollo
Fay identificó dos ejes principales en los que las empresas deben empezar a trabajar para desarrollar el potencial científico generado en pandemia. Por un lado, consideró que a nivel público y privado muchos establecimientos pasaron a incorporar equipos y tecnologías que antes no tenían y que les permite incursionar en nuevas iniciativas. Por el otro, resaltó que hay más personas capacitadas para manejarlas y liderar procesos.
"En un contexto como este, la mayoría de las empresas no toman personal en relación de dependencia sino que realizan contratos a plazo fijo que se renueva de acuerdo a las necesidad del momento. Cuando esta se termina o decae, se suele buscar otros nichos para que esas personas puedan desenvolverse, pero siempre pensando en recuperar la inversión que se va a hacer en las mismas y eso no lo tenés muchas veces en el corto plazo", explicó el director de Cibic.
En este sentido, Fay se refirió a un programa de Fontar, dependiente de Nación, al cual consideró como "muy útil" ya que ayuda a las empresas que quieren incorporar personal altamente calificado a sus equipos, otorgándoles financiamiento para cubrir este costo durante los primeros años. También ponderó el fondo SF500 dependiente del Gobierno provincial, que potencia a startups cientifico tecnológicas, dando herramientas para generar nuevos desarrollos en la región.
Por su parte Baima destacó que hay varias políticas para incorporar talentos científicos en Santa Fe, desde ideatones donde se buscan perfiles que tienen que ver con biotecnología, química, bioquímica, como iniciativas de innovación abierta. "A su vez, tenemos becas de circulación de conocimiento para que quienes se capaciten afuera puedan hacerlo con becas de movilidad y programas para ayudarlos a trabajar en proyectos de privados o para que impulsen los suyos propios".
Los desafíos por delante
Hoy la biotecnología representa una rama con alto valor agregado y, según Fay, es capaz de incorporar de forma rápida los recursos y el personal científico potenciado durante la pandemia. Por esto señaló que se encuentran trabajando con algunas empresas del Polo Tecnológico como Bioceres, Terragene y laboratorios Wiener, en iniciativas para seguir favoreciendo a la "construcción del ecosistema biotecnológico provincial".
Por su parte Ignacio Sanseovich, presidente del Polo, indicó a Ecos365 que desde la institución también se intenta "acercar a los jóvenes que ya vienen capacitados a nuevos saberes, tratando de complementar sus conocimientos científicos con los digitales", todo esto, con el plan de que puedan sumarse a nuevos puestos de trabajo en las empresas tecnológicas.
"El rubro tecnológico demanda muchas fuentes laborales. Hay entre 400 y 500 puestos que no se están ocupando, la tendencia muestra que las empresas necesitan expandirse y requieren de profesionales para poder hacerlo. Nosotros vemos que lo que vienen haciendo gran parte de estos chicos que empezaron a trabajar y a ser capacitados en pandemia tiene consonancia con los requerimientos del sector", explicó Sanseovich.
En esta línea, destacó que lo que se busca desde el Polo es alinear la oferta educativa con las necesidades del mercado laboral, creando nuevas formaciones más cortas que una carrera de grado y con el foco en la futura inserción laboral de los estudiantes. Así nombró a la carrera en Inteligencia Artificial lanzada en conjunto con la UNR, que comenzará a dictarse el año que viene, y la tecnicatura en Programación, puesta en marcha junto a la Universidad Autral.
"Hoy los médicos o el personal de salud no utiliza las mismas herramientas que años atrás, la digitalidad cobra cada vez más lugar y que hayan sido entrandos para manejar herramientas de este tipo habla de que ya tienen conocimientos sólidos en el sector y competencias para los puestos que se buscan cubrir. Lo importante es tratar de generar un acompañamiento en conjunto con las políticas de estado y alineado a la velocidad que pide el sector privado", sostuvo Sanseovich.
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