El nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) contempla para este año un superávit primario del 1,3% del PBI en tanto que, como era previsible, prevé que el superávit financiero sea cero. Conseguir ese número será todo un desafío para el Ministerio de Economía, más allá de que el presidente Javier Milei dijo que va a procurar que alcance al 1,6%.
De acuerdo con el programa aprobado por el board del organismo, este año habrá menos ajuste que en 2024. Será del 0,5% del PBI, ya que el año pasado cerró con 1,8%. Se podría decir, entonces, que para mantener el 1,8% del año pasado el Gobierno tendría que hacer otro ajuste de 1%.
Para llegar al 1,3%, el 46% deberá ser aportado por los consumidores, que tendrán que soportar la eliminación total de subsidios.
Un dato a tener en cuenta es que el acuerdo con el FMI expone el primer esquema oficial de gastos e ingresos para la Argentina en 2025, debido a que el Gobierno este año decidió manejarse con el Presupuesto 2023 prorrogado. En otros términos, muestra cuánto piensa gastar el Gobierno este año y de dónde van a salir los recursos, expuestos en porcentajes del PBI.
El programa fiscal para este año
Según señala el documento del organismo, por el desmantelamiento de ingresos extraordinarios generados el año pasado el programa prevé un achique de ingresos total equivalente al 1,3% del PBI.
De ello, la eliminación del Impuesto PAIS representa 1,1% del Producto. Por otro lado, se estima que el efecto licuación por la devaluación de 2023 fue de 0,2%, que se pierde también; mientras que las rebajas de impuestos y anticipos del paquete fiscal que entraron ya en 2024, dejarán de aportar otro 0,2% este año.

A favor jugarán las retenciones a las exportaciones, que generan un efecto positivo de 0,2% del PBI debido a la base de comparación con el 2024, que fue más baja.
Por medidas para generar más ingresos se esperan este año recursos por 0,4% del PBI. Estos provendrán de una reforma fiscal que dejaría 0,2% del PBI y el aumento del impuesto a los combustibles, que aportará otro 0,3%. En el sentido contrario actuará la reducción temporaria de las retenciones, que generará una pérdida del 0,1% del PBI.
En cuanto al gasto, allí se concentra el corazón del ajuste de este año. Habrá un ahorro del 0,8% del PBI, que se compone de 0,6%, por eliminación de subsidios y 0,2% por una mejora en el gasto social.
Por otro lado, se prevé que la combinación de mejora del dinamismo fiscal con el mayor gasto indexado, implicará un déficit del 0,3% del PBI, que se divide en una mejora de ingresos para seguridad social del 0,6%, que se compensa con suba del gasto social del 0,6%. Los ingresos no fiscales caen 0,3% del PBI. En tanto, otros gastos no especificados representan un déficit de 0,1% del PBI.
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