Semana corta, emociones largas. Así arrancó el debut de la Fase 3 del plan económico de Javier Milei, con la eliminación parcial del cepo y la implementación de una banda cambiaria entre $1.000 y $1.400, que empujó al dólar oficial un 11% hacia arriba, y a los dólares paralelos hacia abajo. El blue cayó $90, el MEP se derrumbó más de $80 y el contado con liqui bajó más de $83. La brecha se redujo drásticamente a menos del 5%.
Pero la foto del día no fue tan ideal como celebró el equipo económico. A pesar del “superlunes” con llegada de US$ 12.000 millones del FMI, el BCRA no interveno en el mercado.
Y aunque los bonos subieron y el riesgo país apenas bajó, lo que más inquietó fue que el Tesoro solo pudo renovar el 75% de sus vencimientos de deuda en pesos, quedando corto por $1 billón. La tasa que debió convalidar para atraer inversores fue de hasta 55,5% anual, sin lograr colocar títulos ligados al dólar ni a la tasa Tamar.
En paralelo, llegó el respaldo de Estados Unidos a través de la visita del secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, en el día más importante para la gestión Milei. Se reunió con Caputo y Milei, elogió, sonrió… pero no trajo anuncios de préstamos adicionales como se rumoreó.
Como si todo eso no alcanzara, Milei lanzó una advertencia que explotó en el agro: “En junio se termina la baja temporal de retenciones. Si tienen que liquidar, que lo hagan ahora”. Una frase que tensa la relación con el campo, justo cuando los precios de los granos en Rosario y Chicago tuvieron una jornada con bajas, y el nuevo dólar blend ya es historia.
La reacción fue lógica, más para el primer día con nuevas reglas: pocas operaciones y mucho malestar en el agro. La soja se pagó $330.000, pero hubo poco movimiento. Algunos productores y comerciantes salieron a estoquearse ante la expectativa de un salto de precios.
Las acciones festejaron, al igual que los ADR argentinos en Wall Street, que volaron hasta 17%. Y hubo anuncios que entusiasman: YPF firmó acuerdo con ENI para exportar gas desde Vaca Muerta, y Pan American Energy descubrió un yacimiento en Chubut del tamaño de Vaca Muerta, algo que podría cambiar radicalmente el panorama exportador argentino.
Pero el clima general sigue siendo de cautela: ¿se podrá contener la inflación con esta devaluación? ¿Habrá presión en los precios por la reaparición de pesos no renovados en la licitación? ¿Cuánto durará la calma si el BCRA sigue perdiendo reservas?
La respuesta del mercado dependerá de cómo evolucionen las expectativas esta semana. Por ahora, las calificadoras internacionales observan con lupa: si el nuevo régimen cambiario se consolida y las reservas se recuperan, Argentina podría volver al grupo de mercados emergentes. Pero eso requiere algo más que euforia momentánea.
El nuevo dólar de referencia ($1.233,36) podría estabilizarse hacia los $1.000, como sugieren en Economía. Si así fuera, habría aire para seguir acumulando reservas y empezar a discutir créditos voluntarios internacionales. Pero con una inflación que podría rebotar y sin respaldo financiero adicional, el camino aún es cuesta arriba.
En paralelo, el Gobierno anunció que a partir de ahora se simplificará el proceso de importación de bienes de capital usados. Así lo publicó en el Boletín Oficial. Una medida muy cuestionada por los industriales argentinos.
En la calle, este lunes los precios no acusaron por el momento la salida del cepo cambiario, la floja actividad económica ofició, al menos ayer, de freno.
Mientras tanto, el Presidente insiste en que no hay plan B: “A todo o nada”, incluso si el mercado muestra que no todo se está comprando.
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