¿El fin del cepo en 2024? Se abren ventanas para una economía sin restricciones cambiarias

Según el economista Spotorno, el fortalecimiento de reservas, la reducción de aranceles y una inflación moderada crean el escenario ideal para una salida del cepo

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En una reciente entrevista, el economista Fausto Spotorno anticipa que el Banco Central de Argentina podría encontrar una buena oportunidad para salir del cepo cambiario hacia finales de 2024. Según su análisis, varios factores confluirían para que la economía argentina llegue a fin de año en una situación más favorable para una flexibilización del control cambiario, una medida que ha sido esperada por distintos sectores productivos y empresarios del país.

En primer lugar, el blanqueo de capitales que actualmente está en marcha contribuiría a fortalecer las reservas del Banco Central, lo que mejoraría la posición externa del país. Además, la llegada de la cosecha fina en diciembre, acompañada de una situación más estable en la brecha cambiaria, sería clave. La brecha, que ha disminuido en los últimos meses, podría reducirse aún más, brindando una relativa calma en el mercado de cambios. Este es un indicador fundamental para quienes observan el contexto económico y buscan inversiones en un mercado menos volátil.

Spotorno también resalta que las condiciones internacionales juegan a favor de Argentina. Las monedas de los países vecinos se han apreciado recientemente y la tendencia a la baja en la tasa de interés en Estados Unidos permite que más capitales se dirijan hacia la región. Estas condiciones externas benefician al país, haciendo que la salida del cepo sea más manejable en términos de oferta de divisas.

Otro punto importante es que a fin de año caducará el Impuesto PAÍS, lo que generará un alivio en algunos precios y podría ayudar a controlar la inflación. Este contexto favorable se ve acompañado por la reciente reducción de aranceles de importación para productos clave, como el café, que ya está repercutiendo positivamente en la inflación y en el poder adquisitivo.

En cuanto a la inflación, se espera que los próximos meses muestren una tendencia a la baja, con niveles que podrían estabilizarse entre un 2,5% y un 3% mensual hacia fin de año. Este escenario responde a la combinación de varios factores: la disminución en el precio de naftas y gas, que compensa las subas en agua, luz y transporte, y las medidas del gobierno que buscan reducir la presión sobre los precios internos. La inflación de septiembre, por ejemplo, se habría beneficiado de la disminución del arancel del Impuesto PAÍS, lo que empujó el índice a niveles cercanos al 3%.

Sin embargo, no todo es positivo en este panorama. Algunos economistas sostienen que las reservas netas del Banco Central seguirán disminuyendo hasta principios de 2025. Esto responde a una balanza de pagos deficitaria, donde las importaciones permanecen elevadas y el turismo hacia el exterior incrementa los gastos en dólares. Además, las exportaciones, especialmente de productos agrícolas, no han mostrado un gran repunte en los últimos meses del año.

Es importante recordar que la tendencia negativa en las reservas netas se ha venido manifestando en los últimos meses, pero el blanqueo podría traer un respiro en términos de reservas brutas, lo que generaría una paradoja de mejora en el volumen total de reservas. Este fenómeno podría permitir que el país afronte mejor las fluctuaciones de la cuenta corriente, lo que resulta crucial para empresarios y ejecutivos que buscan planificar sus estrategias de inversión en los próximos meses.

El gobierno argentino también ha tomado algunas decisiones que favorecen a ciertos sectores, como la reducción de aranceles para productos de consumo masivo que aliviarán parcialmente los costos para el consumidor y las empresas. Esto se suma a las políticas recientes que buscan mitigar el impacto inflacionario y estabilizar el tipo de cambio. Spotorno remarca que este conjunto de circunstancias posiciona a Argentina en una situación donde, a partir de diciembre, la posibilidad de una salida del cepo se vuelve más tangible, si el gobierno sabe aprovechar estas oportunidades.

Con la mirada puesta en el cierre del año, profesionales, empresarios y gestores de PYMEs tendrán que estar atentos a los cambios que se avecinan. El comportamiento de las reservas, la estabilidad en la brecha cambiaria y la evolución de la inflación serán factores claves a monitorear para quienes buscan nuevas oportunidades de inversión y financiamiento. Todo indica que, de darse una salida ordenada del cepo, podría abrirse una ventana de posibilidades para quienes buscan invertir y generar valor en un contexto económico más predecible.

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