Aerolíneas Argentinas: ¿venta, tercerización o sólo pulseada con los gremios?

En medio de rumores de privatización y negociaciones con empresas en crisis, Aerolíneas Argentinas enfrenta un futuro incierto. El gobierno busca candidatos para gestionar la aerolínea mientras la sombra de los conflictos gremiales crece

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El gobierno nacional está en pleno proceso de negociación para entregar la gestión de Aerolíneas Argentinas, mientras los conflictos gremiales y la crisis financiera de las empresas candidatas añaden tensión a la escena. Aunque la privatización aún no cuenta con el aval del Congreso, diversas compañías ya están en el radar del gobierno como posibles gerenciadores o compradores. Entre ellas, se destacan el grupo Abra, formado por Avianca y Gol, el empresario Germán Efromovich, la paraguaya Paranair y la brasileña Azul.

Abra enfrenta dificultades financieras importantes, con ambos socios habiendo pasado por procesos concursales. Efromovich, por su parte, fundó Aerolitalia luego de ser apartado de Avianca en 2019, tras un escándalo judicial en Brasil, del cual fue absuelto. Paranair, de la española ILAI y la canadiense Avmax, busca expandir su presencia en la región, mientras que Azul, antigua representada en Argentina por Fabián Lombardo, actual presidente de Aerolíneas Argentinas, niega estar en concurso preventivo, aunque sigue en proceso de renegociación de contratos de arrendamiento de aviones.

En paralelo, el gobierno inició conversaciones con aerolíneas como Gol, JetSmart y Flybondi, con el objetivo de que aumenten sus frecuencias y rutas. Estas empresas podrían ayudar a cubrir las demandas de vuelos si Aerolíneas se ve afectada por nuevas huelgas, en particular en sus 22 destinos exclusivos dentro del país.

A pesar de estos movimientos, el panorama no es sencillo. Milei y su equipo económico, encabezado por Santiago Caputo, mantienen la confrontación con los sindicatos, quienes vienen incrementando las medidas de fuerza en reclamo de mejoras salariales. Además, la falta de aviones en el mercado global complica la posibilidad de encontrar soluciones rápidas. JetSmart y FlyBondi, aunque dispuestas a incrementar su oferta, necesitan traer aeronaves y cumplir con una serie de habilitaciones que tomarían meses.

El futuro de Aerolíneas Argentinas depende de estas complejas negociaciones, mientras el gobierno navega entre mantener el statu quo hasta las elecciones o avanzar hacia una privatización que, aunque discutida, sigue siendo un escenario factible. La presión de los gremios y la opinión pública serán determinantes en esta puja por el control de la aerolínea de bandera.

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