La canasta básica alimentaria saltó 9% en marzo, mientras que una familia necesitó $191.228 para no ser pobre, informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). En ambas mediciones se ubicaron por encima de la inflación del mes pasado, que fue del 7,7%.
Así, la Canasta Básica Total (CBT) –que incluye la Canasta Básica de Alimentos (CBA) más bienes y servicios no alimentarios como vestimenta, transporte, educación, salud, entre otros– subió 8% en marzo y se ubicó en $191.228 para una familia tipo de cuatro integrantes (dos adultos y dos menores).
En el caso de tres integrantes, estos valores se ubicaron en los $152.240 y si fuesen cinco integrantes, $201.130. Estas mediciones se incrementaron un 113,2% de forma anual. Este índice mide el umbral de la pobreza, por lo tanto, un adulto necesitó en marzo $61.886 para no ser considerado pobre.
Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que determina el umbral de la indigencia, se incrementó el 120,1% mensual, por encima de la CBA. Un adulto necesitó al menos $28.388 en marzo para no ser indigente. En el caso de una familia tipo (cuatro integrantes) la cifra fue de $87.719. En el caso de tres miembros ($69.835) y cinco, $92.261.
La inflación en marzo alcanzó un altísimo 7,7%, lo que representa el nivel más elevado desde abril de 2002 (cuando el IPC trepó hasta el 10,4% en abril de ese año, tras la salida de la Convertibilidad), superando incluso la suba de 7,4% de julio de 2022.
Alimentos y bebidas no alcohólicas tuvo un incremento del 9,4% (apenas menor que el 9,8% de febrero), influido por la inercia de los últimos meses, pero también por el efecto de la sequía y la gripe aviar. En ese sentido, la carne, que trepó más de 10%.