Sin el acompañamiento de las aceiteras y grandes productoras de biodiesel, las provincias con industrias bioenergéticas insistirán con sus propuestas de cambios al sistema actual, pero rechazando la mayor desregulación que impulsa el gobierno nacional.
En concreto, la propuesta que le llevarán al gobierno nacional será que los cambios se hagan en base a las mejoras del proyecto de la bautizada Liga de las Provincias Bioenergéticas, que incluye a Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Tucumán y Salta, lo que en la práctica supone incorporar liberalizaciones, pero de menor escala a las que impulsa la administración nacional.
Para eso, se acordó gestionar para los próximos días un encuentro con Daniel González, ex CEO de YPF y hombre de confianza del ministro de Economía, Luis Caputo, en cuestiones energéticas, quien está a cargo de la confección de la nueva ley.
Así lo acordaron este pasado lunes en una reunión encabezada por el presidente de la Liga de las Provincias Bioenergéticas, el secretario de Planificación Energética de Córdoba, Sergio Mansur, con empresarios para buscar postura común de cara al plan del gobierno nacional para avanzar en la liberalización de ese sector industrial.
Y si bien Santa Fe y Córdoba se pusieron al hombro la decisión política de insistir con el proyecto propio, no pudieron lograr que las grandes fábricas de bio se sumen, ya que prefieren apostar a la desregulación que proclama la Casa Rosada
Final abierto
A principios de año, “La Liga” había consensuado un plan que introducía cambios al sistema actual, permitiendo -por ejemplo- el ingreso de las grandes fábricas de bio (integrada a aceiteras multinacionales) en la venta del insumo para el corte con el gasoil, pero manteniendo un importante cupo garantizado para las empresas no integradas (de capitales nacionales), que hoy tienen ese negocio de aprovisionamiento monopólico.
A las grandes plantas nunca les cerró del todo el proyecto de la Liga, pero como mejoraba el sistema actual -herencia del kirchnerismo- lo apoyaban. Pero ante el plan que ahora teje el gobierno nacional de desregular totalmente el negocio (recién a partir del 20230) al introducir la libre competencia (incluso con petroleras pudiendo producir su propio bio), los grandes traders se corrieron de la iniciativa de la Liga para apuntalar el proyecto que está redactando el gobierno nacional.
Que el presidente de la Cámara Argentina del Biocombustible (Carbio), Luis Zubizarreta, haya anticipado su adhesión al plan del gobierno en una entrevista con Rosario3 publicada el viernes, complicó la idea del gobierno santafesino (y de la Liga, en general) de buscar una postura común, y evitó “la foto” que buscaba el gobierno provincial de salir a proclamar que había consenso pleno.
En efecto, durante el encuentro de ayer las empresas integradas cruzaron sus diferencias con las no integradas y no hubo acuerdo en el tema crucial: introducir competencia en el mercado interno. En lo que coincidieron es en la necesidad de aumentar el corte obligatorio, como pide la Liga y no contempla el gobierno nacional.
Fue así que, liberadas de participar las grandes productoras, la Liga -que incluye a Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Tucumán y Salta- insistirá ante el gobierno nacional de que los cambios al sistema actual se introduzcan sobre mejoras al proyecto que las provincias presentaron (desregula pero menos) y no sobre el borrador (que a partir de 2030 introduce una liberalización total) de la Casa Rosada.
Si bien la tarea de por sí parece difícil, que a la batalla lleguen sin el ok de las principales productoras de bio (como lo son Cargill, Dreyfus y Bunge,etc.) le suma complejidades.
Ante esta situación, toda la estrategia de las plantas bio no integradas parece más enfocada en batallar contra el ingreso de las petroleras (en un claro tiro por elevación al gobierno nacional) en vez de dividir aguas con las aceiteras. Por eso, se concentrarán en aunar posiciones entre las dos cámaras que tienen (y entre las que hubo en el pasado cortocircutios) y los gobiernos provinciales (Santa Fe y Córdoba) para dar la pelea en el Congreso.
En ese sentido, apestan a jugar bien sus fichas y no apurarse en salir con las críticas, sabiendo que no habrá actividad legislativa ordinaria por un tiempo en el Congreso y que al proyecto de Nación le falta todavía cocina, entonces todo el sentido de las comunicaciones será para sumar voluntades “en busca de una nueva ley de bio” antes que ir al choque directo con la Casa Rosada.
Con respecto a las provincias, Córdoba viene siendo más dura en su estrategia en defensa de la ley de la Liga, mientras que Santa Fe avanza con más cautela. Ocurre que la docta no tiene en su territorio a los dos sectores empresarios en pugna (integradas y no integradas) y no debe, entonces, buscar posturas equilibradas
No obstante, en el sector empresario santafesino también se mira con cautela ese tenor altisonante de defensa de los cordobeses a los biocombustibles, ya que -por su parte y fuera de la Región Centro- tendieron puentes con Nación para acomodar al nuevo esquema la situación del bioetanol, que es fuerte en su provincia.
En tanto, en Santa Fe mientras que la secretaria de Energía, Verónica Gesse, se muestra muy cercana con la defensa de las no integradas, el ministro de Desarrollo, Gustavo Puccini, analiza la situación con más distancia de ambas partes en pugna.