Alimentos Refrigerados Sociedad Anónima (Arsa) -la empresa láctea que, con plantas en Buenos Aires y Córdoba, elabora los yogures de la marca Sancor- pide suspender a un importante porcentaje de sus 400 empleados por la caída del consumo y las deudas contraídas.
Así se lo plantearon los ejecutivos de la compañía a dirigentes del gremio lácteos (Atilra) este martes, según confirmaron a Rosario3 fuentes del sindicato, que rechazaron negociar cesantías.
En un intento por equilibrar sus números, Sancor vendió -durante el gobierno de Mauricio Macri- el uso de su marca para la elaboración de productos de alto valor agregado (como los yogures y postres) y dos plantas, al por entonces pujante grupo Vicentin, en sociedad con el grupo Baf. Cuando la casa matriz de aceiteros santafesinos entró en default, Arsa pasó a ser gerenciada por la venezolana Maralac.
Arsa abrió en marzo pasado su concurso preventivo con una deuda de 49.713 millones de pesos (más 67.354 millones de pesos por eventuales por garantías de deudas de terceros). Ahora, explican que por la crisis cayó muy fuerte el consumo de los alimentos premiun, como los postres, y al no tener productos básicos, como leche, en la cartera no encuentra cómo enfrentar la situación. Por todo eso, atraviesa serias dificultades para pagar los sueldos.
La firma, según le aseguran al sindicato, no tiene posibilidad de conseguir financiamiento y por eso advierte que un conflicto gremial la dejaría sin ingresos, apostando a la comprensión del personal ante el ajuste de empleos a la menor producción.
Arsa insiste con que la convocatoria, más a la reestructuración laboral y una reingeniería de los procesos productivos, podría garantizar la continuidad de las operaciones de la empresa. No obstante, Atilra rechazó los argumentos y prepara un plan de lucha a implementarse si la láctea avanza con el recorte de la mano de obra.