La farmacéutica estadounidense Johnson & Johnson anunció este miércoles que interrumpe el ensayo global en marcha desde 2020 tras los resultados que muestran la ineficacia del suero para evitar nuevos contagios.
Según informaron, la fallida vacuna utilizaba un adenovirus modificado para transportar al interior de las células del paciente el ADN de las proteínas más representativas del virus con el objetivo de que la respuesta del sistema inmunitario creara anticuerpos.
Esta fue la única investigación en más de una década en llegar a fase tres, es decir, a instancias finales del proceso. En las pruebas, que han tenido una duración de dos años, estaba prevista la participación de un total de 3800 pacientes en todo el mundo.
“El VIH sigue demostrando ser un desafío único para el desarrollo de una vacuna”, lamentó Susan Buchbinder, copresidenta de la Red de Ensayos de Vacunas contra el VIH (HVTN, en sus siglas en inglés) en un comunicado. Esta entidad colaboró con Johnson & Johnson en el desarrollo de las pruebas. Pese al fracaso, Buchbinder ha defendido que “la comunidad de investigación del VIH sigue totalmente comprometida y cada estudio nos acerca un paso más al objetivo”.
En la actualidad hay otros proyectos de vacuna en desarrollo, entre ellas una de la compañía Moderna que utiliza la tecnología ARN mensajero, aunque aún se encuentra en las fase inicial.