Una alternativa terapéutica nacional a una enfermedad endémica de la selva misionera, desatendida por no tener un recurso en el país y causada por la picadura de una oruga venenosa comenzó a ser elaborada por científicos del Instituto Nacional de Medicina Tropical (Inmet), informó ese organismo.
El proyecto, que durará tres años y recibirá un financiamiento del Estado nacional de 20 millones de pesos, está orientado a investigar opciones terapéuticas de origen nacional para contrarrestar las complicaciones del envenenamiento que genera problemas renales y de coagulación sanguínea que derivan en hemorragias.
Un equipo de la Dirección Nacional de Proyectos Estratégicos (DNPE) del Ministerio de Ciencia viajó a Misiones para acompañar el inicio de este proyecto que busca impactar positivamente en poblaciones rurales de la región del NEA, donde se desarrolla la enfermedad.
El equipo de trabajo del Inmet, compuesto principalmente por mujeres, busca producir un antiveneno experimental nacional, ya que actualmente cuando se registra este tipo de evento se recurre a una donación del Brasil.
Además, pretende investigar la actividad terapéutica de dos compuestos no inmunológicos para el tratamiento de esta enfermedad llamada "lonomismo".
Estos compuestos si bien se encuentran disponibles comercialmente en el país, aún no fueron probados para contrarrestar y prevenir de modo eficaz este tipo de enfermedad.
La directora de la DNPE, Erica Carrizo, afirmó que están "asumiendo un fuerte compromiso en el acompañamiento de este proyecto que no solo apunta a generar respuestas locales frente a una enfermedad propia de la región, como el lonomismo, sino que también puede ofrecer una alternativa para tratar afecciones similares en otros países de América Latina"
"La visita nos permitió ver la entrega y el compromiso que tiene este grupo de trabajo, sostenido por varias mujeres, algo que nos motiva enormemente y creemos será clave en el desarrollo de este proyecto", refirió.
En tanto, la gerenta del proyecto, Elisa Peichoto, dijo que se sienten "orgullosas de haber conseguido apoyo financiero y acompañamiento" para que la propuesta "pueda ser realmente ejecutada".
"Esto permitirá dar un paso esencial en salud pública para el desarrollo y eventual producción in situ de una opción terapéutica para una problemática de salud emergente en la región", agregó.