El gobernador Omar Perotti ganaba pero perdía. Era el más votado en la categoría para diputados provinciales y se imponía en la interna pero la sumatoria de las listas del frente opositor superaba al oficialismo, con la socialista Clara García finalmente a la cabeza de ese espacio y el radical José Corral pisándole los talones. Ya no se puede hablar de sorpresa pero Amalia Granata hizo una gran elección y fue la segunda más votada en términos individuales.
A las 2.20 de la madrugada del lunes, con el 83,8% de las mesas escrutadas, Perotti ganaba por amplia diferencia su interna en Juntos Avancemos con el 55% de los votos de esa alianza. Y ya con el 98,6%, la victoria estaba consolidada.
Se quedaría con los cuatro primeros lugares de la lista de unidad para las elecciones generales de septiembre y aseguró que comienza un nuevo proceso.
Muy atrás en el peronismo, con el 12% de los sufragios, la actual vice Alejandra Rodenas (con apoyo de La Cámpora) quedaba segunda. Lucila De Ponti (Movimiento Evita en alianza con Ciudad Futura), marchaba tercera con 9 puntos. Disputaban el quinto y el séptimo espacio en la nómina, respectivamente.
La sorpresa se dio en Unidos para cambiar Santa Fe. Quienes se fueron a dormir de madrugada anotaron a José Corral como el más votado, pero finalmente García logró arrebatarle el primer puesto. En el tercer lugar quedó Dionisio Scarpin (21,8%) y Antonio Bonfatti (16,7%).
Párrafo aparte: en la ciudad de Rosario la socialista y viuda de Miguel Lifschitz fue la más votada de la categoría y segunda Amalia Granata (Perotti tercero).
Corral celebró el triunfo junto a Maximiliano Pullaro (ya proclamado candidato a gobernador) dejó un mensaje contra el sector de Carolina Losada (y Scarpin) que acusó a Pullaro de tener vínculos con el narcotráfico: aseguró que "los problemas no resuelven con agravios sino con trabajo y programas, y con equipos".
La actual legisladora Amalia Granata, sin internas por el partido Unite, encabezó la tercera fuerza más votada en la provincia e incluso a nivel individual era segunda: volvía a realizar una muy buena elección.
"Sin pegar carteles. Sin millones en pauta y publicidad. Sin estructura partidaria. A la casta política la combatimos con la verdad, trabajando por los temas que de verdad importan en el día a día de los santafesinos", celebró por Twitter.
Carlos Del Frade por el Frente Amplio por la Soberanía y la sumatoria de tres listas de Viva Libertad (la de Juan Argañaraz primera) superaban el 1,5% del padrón para poder estar en las elecciones generales de septiembre.
Por ese objetivo peleaban el Frente de la Esperanza de Claudia Giaccone, Lucila Lehman de la Coalición Cívica-ARI y Rubén Giustiniani de Igualdad y Participación.
Como en Santa Fe el padrón tiene de 2.811.328, los precandidatos a diputados necesitan 42.169 votos para convertirse en candidatos y superar ese umbral mínimo.
"El Frente Amplio por la Soberanía ya está orillando los 70 mil votos en la provincia para diputados y diputadas", anticipó Del Frade en base a datos propios, cuando aún faltaban computar muchas mesas de Rosario en la página oficial. Con ese caudal, la lista que tiene también a la ex ministra de Educación Claudia Balagué y a Fabián Palo Oliver, se garantizaba un lugar en las generales.
¿Sin contradicción sistémica?
El rubro diputados era una disputa entre pesos pesados de la política santafesina en estas Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso). Y en esa puja el actual gobernador desplaza a su vicegobernadora y un exintendente de Santa Fe superaba a un senador nacional, un exgobernador y la principal referente de un partido que supo mandar en la provincia forman parte de la grilla de precandidatos.
Perotti busca repetir así el camino de los anteriores dos exgobernadores, Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz, que ante la falta de reelección apostaron a conservar parte del poder político desde la Presidencia de la Cámara de Diputados. Para eso, claro deberá ganar la elección general.
La Constitución santafesina establece que de los 50 escaños que componen la Cámara baja el ganador en las generales se queda con una mayoría automática de 28 lugares, mientras que los otros 22 se reparten entre el resto de las fuerzas por sistema D’Hont.
El espíritu de esa disposición, pensada cuando con la boleta tradicional la candidatura a gobernador traccionaba a favor de las listas de su partido en las otras categorías, apuntaba a garantizarle gobernabilidad a quien ocupe la Casa Gris.
Esa lógica se rompió con la boleta única, que desacopla una categoría de la otra y favorece a los rostros con mayor conocimiento y carisma. Así, el socialista Bonfatti y el propio Perotti tuvieron que administrar con mayoría opositora en Diputados.
No es ese, por ahora, el escenario que anticipa la Paso 2023.
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