Dos jóvenes que fueron detenidos el domingo por matar balazos a un vecino y herir a otro en la Vía Honda terminaron presos por un plazo preventivo de al menos dos años tras ser imputados por homicidio y otros delitos. Según la investigación, el móvil del ataque fue la disputa territorial narco, ya que los homicidas gritaron “no se vende más”. Una consigna poco creíble que ya había aparecido en marzo de 2019 después de otro atentado fatal.
Las víctimas en esta causa, cuyo escenario es un convulsionado sector en el límite de los distritos oeste y sudoeste de la ciudad, son Miguel Eduardo Leiva, acribillado el domingo por la tarde en Cerrillos al 3900, y Sergio S., herido en la misma secuencia. Leiva fue el tercer asesinado en el mes de agosto en ese mismo lugar.
La acusación del fiscal Alejandro Ferlazzo recayó sobre Jacinto D. G., joven paraguayo de 31 años quien se presentó como albañil y habitante del pueblo de Pilar, en Santa Fe. Y Emiliano Iván S., de 19, domiciliado en barrio El Churrasco.
Alrededor de las 17.30 del 22 de agosto, detalló Ferlazzo, los acusados –que iban junto con dos adolescentes de 16– dispararon desde un Gol Trend blanco con patente cambiada sobre Leiva, que cayó al suelo en la primera tanda de disparos. Luego uno de los homicidas bajó del auto y lo remató en el piso.
En la acción, tres disparos impactaron en Sergio S., y le causaron lesiones en cadera y dos en su antebrazo izquierdo.
“Acá no se vende más”, uno de los homicidas gritó. Y arrojaron un cartel: “Peruano, plantate, la mafia no jode, gil”. Junto al cuerpo de Leiva, se dijo, quedaron 30 envoltorios de estupefacientes.
Esta vez, la Policía detuvo a los atacantes. Cuando escaparon por Cerrillos hacia el sur (hacia calle Garibaldi) fueron aprehendidos en Constitución al 3900 luego de una persecución por parte de Policía Motorizada que advirtió las maniobras desde Lavalle y Centeno. En el Gol blanco secuestraron tres armas de fuego tipo pistola (dos calibres 9 milímetros y una 40 ).
El auto había sido robado el 16 de agosto, por lo que sumaron una imputación por encubrimiento.
El de Leiva fue el tercer crimen en ese lugar, solo en el mes de agosto. Dos días antes, el 20, dentro de un Fiat Duna estacionado en Cerrillos al 3900 encontraron asesinado a Alejandro Andrés Tourn, de 28 años. El martes 9 de agosto ejecutaron a metros de la canchita de calle Cerrillos a Jorge Alberto Bustos e hirieron a otras dos personas.
En las últimas horas, allí mismo personal policial secuestró dos ametralladoras de fabricación nacional. Estaban en poder de tres adolescentes que fueron detenidos.
Nada parece frenar la violencia en ese sector empobrecido, donde suenan nombres como Ariel “el Viejo” Cantero y Nelson “Pandu” Aguirre como referententes del control territorial de la zona, que parecería estar bajo fuego. La influencia de Pandu y Cantero quedó al descubierto con una masiva imputación de mayo, en una causa que ya tiene 25 imputados, la mayoría presos.
En marzo de 2019, la violencia narco que aqueja ese sector se cobró la vida Emilse “Pipi” Sosa, una chica de 16 años madre de un bebé que estaba envuelta en la venta de drogas al menudeo, y de , Miguel Ángel Quintana, de 50, que había llegado al lugar en bicicleta para comprar droga. Y de otros 8 heridos.
Después de esa balacera en el pasaje 1801 apareció un cartel con un escrito, “no se vende más droga”, una leyenda que la realidad devoró.