El fiscal Adrián Spelta sostuvo que al menos dos de los tres sospechosos de asesinar a Eric Luis Galli (15) y a Valentín Solís (14) están identificados y uno de ellos es menor de edad, por lo que su captura está a cargo del juzgado de Menores.
Los adolescentes fueron muertos a balazos en el interior del complejo de viviendas de Rouillón y Seguí, en plena tarde del jueves. Precisamente junto a la escalera 14, en Sanguinetti al 5600, donde estaban sentados cuando llegó el trío homicida. El funcionario del Ministerio Público de la Acusación (MPA) reveló que las víctimas estaban junto con otro chico que pudo escapar de los matadores.
Spelta, de la Unidad Fiscal de Homicidios, sostuvo este viernes que los homicidas utilizaron un arma de rápida repetición, posiblemente una ametralladora o una pistola adaptada o “chipiada” para disparar de forma automática.
Sobre el segundo sospechoso identificado, mayor de edad, Spelta dijo que era buscado por el personal de la División Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).
En ese marco, el investigador prefirió mantener en reserva el móvil preliminar de la agresión. Según trascendió en forma extraoficial, estaría relacionado con el amigo de las víctimas que pudo escapar.
Uno de los sospechosos de la agresión, el adolescente apodado Apu, podría ser menor de 16 años y por lo tanto no punible por la ley penal, adelantó Spelta. En los allanamientos que tuvieron lugar en las últimas horas los investigadores encontraron un DNI de este sospechoso, indicó Spelta.
Por cercanía de tiempo y lugar, los detectives no descartan que el ataque guarde relación con la balacera que tuvo lugar en un comercio de Seguí y Calchaquí en la noche del miércoles, ocasión en que una chica de 15 años sufrió múltiples disparos, uno en la cara, y quedó internada en cuidados intenstivos. Otro pibe de 14 sufrió heridas leves que no comprometieron su vida.
En ese sentido hay medidas en curso, como el cotejo balístico del material recolectado en ambas escenas.
Las muertes de Galli y Solís, dijo Spelta, constituyen un “un hecho luctuoso, muy triste, que va más allá de un análisis de la fiscalía, (análisis que) debería ser de política social más que de persecución penal”.
Además, el funcionario hizo hincapié en el aumento de menores detenidos por atentados contra la vida.
“Estamos observando el uso, o el abuso, de menores de edad por parte de organizaciones delictuales para cometer delitos y de esa manera desvincularse. De este aumento de menores de edad como autores puede dar cuenta el juzgado de menores con quien tenemos una comunicación bastante fluida”, cerró.