Juan Hernán “Perú” Espinoza, un joven ligado a la banda criminal de Luciano “Lucho” Cantero, conocida como la “Nueva generación de Los Monos”, fue condenado a 18 años de prisión por homicidio agravado y por ser miembro de una asociación ilícita. El fallo fue dictado este jueves por un tribunal a partir de un acuerdo de partes entre la Fiscalía y la defensa, es decir, un juicio abreviado por el que el acusado se declaró culpable de los delitos endilgados. Hace dos años que Espinoza está detenido, desde que ingresó malherido al Hospital Centenario como consecuencia de los disparos que le efectuó Facundo Bassi, la víctima fatal, que se defendió a los tiros hasta caer herido de muerte en Arrieta al 1700, en el barrio 17 de Agosto.

La investigación del fiscal Alejandro Ferlazzo expuso un denso trasfondo de delincuencia juvenil, bandas y rivalidades en las calles del sector lindero al Casino City Center, unos pocos meses antes de que la banda de Lucho Cantero, hijo del mítico Claudio “Pájaro” Cantero, fuera prácticamente desbaratada por un megaoperativo que puso a una treintena de integrantes tras las rejas, a fines de septiembre de 2022.

El crimen se produjo en la noche del 21 de agosto de 2022, frente a una vivienda de Arrieta al 1753 que habitaba Bassi (18) junto con su novia y algunos familiares de esta. Varios testigos vieron que Espinoza se acercó empuñando una pistola y atacó a Bassi, que se había sentado en la vereda sobre un sillón a comer una hamburguesa. Al parecer, el joven recibió algunos impactos, pero alcanzó a correr al interior de la vivienda y a tomar un arma, con la que repelió el ataque e hirió a su verdugo.

En la escena la policía recogió nada menos que 21 vainas 9 milímetros. Pero acaso no todas hayan correspondido a la secuencia del ataque homicida. La casa, indicaron testigos, había sido atacada a tiros horas antes. Nadie llamó al 911 “por miedo”, según una testigo. Lo cierto es que Bassi estuvo internado sin despertar hasta el 18 de septiembre, cuando comunicaron su muerte debido a una “falla multiorgánica por lesiones graves tóracoabdominales por múltiples proyectiles de arma de fuego”.

Según algunos trascendidos, Bassi mantenía una rivalidad con un ladero de Lucho Cantero llamado Bruno “Gordo” Candia, de quien era vecino. E incluso habían compartido una temporada de encierro en el Irar. La casa de Candia había sido blanco de una balacera el sábado 20 de agosto, es decir, el día anterior al crimen, y Bassi fue señalado como el responsable del ataque, aunque sus allegados intentaron desvincularlo.

Por eso, algunos especularon que el “Gordo” mandó a matar a Bassi y que el encargo fue delegado al “Peruano”, que por las heridas que sufrió estuvo nueve días internado con custodia, hasta que quedó detenido.

Otra versión que buscó explicar el porqué del homicidio refiere a que Bassi había robado un paquete con dosis de cocaína que le habían encomendado vender, decretando su propia sentencia de muerte.

Bassi, de quien no trascendieron parentescos directos con la famosa familia villagalvense del mismo apellido enfrentada con el clan Cantero, vivía en lo de su novia luego de haber roto una pulsera de monitoreo dispuesta por el juzgado de menores, según una testigo.

Espinoza, además de declararse responsable del homicidio de Bassi, también se encontraba imputado como miembro de la asociación ilícita comandada por Cantero, que por esos días de 2022 se encontraba activa y dedicada a un polirrubro delictual.

En ese sentido, una investigación encabezada por la fiscal Marisol Fabbro destacó que Espinoza estaba mencionado en escuchas vinculadas a la manipulación de armas de fuego, relacionadas con las pruebas de una ametralladora. En la preparación de hechos ilícitos, como por ejemplo el armado de una fotografía en la que varios miembros de la banda se muestran encapuchados portando armas. Y en otras, donde los interlocutores dan a entender que estarían preparándose para la comisión de algún tipo de ilícito, cuando hablan de que están “laburando a pleno”.

El tribunal integrado por Paola Aguirre, Nicolás Vico Gimena y Hebe Marcogliese convalidó el acuerdo entre la Fiscalía y la defensa y condenó a “Perú” a 18 años como autor material penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de fuego de guerra y miembro de asociación ilícita.