Otra vez, un vecino de la cárcel de Coronda reportó el hallazgo de una “narcopaloma” en el patio de su casa. El suceso se conoció este jueves a partir de fuentes del Ministerio de Seguridad, que comunicaron el procedimiento de la Policía local en una finca de Roque Sáenz Peña 1800, a unos 300 metros de la Unidad Penal Nº 1.
El ejemplar de paloma doméstica estuvo cerca de su destino, pero tal vez por el peso de los envoltorios de droga que llevaba se cansó antes de tiempo. Lo cierto es que los efectivos dejaron asentado que, adherido a una de sus patas, tenía un envoltorio que, a su vez, contenía 75 bolsitas de menos de un gramo de cocaína. Un total de 45 gramos.
El hallazgo fue notificado al personal antinarcóticos del distrito San Jerónimo.
El 23 de abril pasado también fue hallada una paloma con envoltorios de marihuana –en ese caso trasladaba 60 gramos–. La encontraron herida los agentes cerca de uno de los accesos de la cárcel y no podía levantar vuelo.
Pero no es solo droga lo que se intenta pasar al penal mediante las aves mensajeras. El 8 de julio pasado encontraron un ejemplar que llevaba un celular sin batería que había sido adherido con cinta. El 23 de ese mes, otra paloma naufragó antes de llegar a destino. Llevaba, pegado a sus patas, dos trozos de 25 gramos de marihuana prensada.