El fiscal de la Agencia de Delitos Complejos y Criminalidad Organizada, Matías Edery, señaló que hay unos treinta policías que están siendo investigados por una presunta venta de armas a bandas criminales. A los agentes que se desempeñan en la sección Balística de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) se les secuestró el celular.
Entre estas personas se encuentra el hermano de la jefa de Policía Emilse Chimenti, el subcomisario Cristian “Mosquito” Chimenti, quien se desempeña como director del Área Criminalística de la AIC, de la cual depende la sección Balística. De esta oficina faltaron al menos once armas y hay un policía que fue imputado el pasado martes por venderlas al dueño de un gimnasio identificado como Alexander L., quien será a su vez imputado este viernes y que es cuñado del propietario de la vivienda ubicada en Empalme Graneros, donde se encontraron dichas armas.
“Es una causa que tiene su complejidad como un faltante de once armas donde decidimos intervenir en la sección de Balística de la Agencia de Investigación Provincial, para ver si son once armas las que sacó este policía que está detenido, o hay una situación mayor, y en ese sentido estamos investigando a todo el personal que pueden llegar a tener algún tipo de responsabilidad que son como treinta personas. Entre esas treinta está el señor Chimenti, al ser una oficina no tenemos directamente algo contra él, sino que desde allí se vendieron armas que no tenían que estar en circulación”, explicó Edery en el programa De boca en boca (Radio2).
Según la investigación, Juan Carlos B., el suboficial de policía de 21 años que se desempeñaba desde hace tres meses en la fuerza de seguridad provincial, le habría vendido armas de fuego que robó del depósito de Balística al dueño de un gimnasio al que concurría, a cambio de una motocicleta Tornado 250.
Esas armas, fueron halladas durante una serie de allanamientos realizados en Garzón 900 bis donde quedó detenido e imputado Lautaro G. Los funcionarios del MPA, pudieron analizar la trazabilidad porque tenían la numeración intacta. Allí detectaron que desde esa oficina que forma parte de la AIC había una faltante de pistolas de distintos modelos con sus cargadores y municiones.
Pero a los fiscales no les cierra que todo haya sido ejecutado por Juan Carlos B., por lo que además se está confeccionando un inventario para saber si hay más armas que faltan de la sección. Además de los celulares de todos los agentes, se secuestraron computadoras y libros de actas.
“Si es un policía solamente en que sacó armas, nosotros creemos que no puede ser tan sencillo, porque queremos saber si hay más armas que no están allí. Vivimos en Rosario, sabemos el problema que hay con las armas y si una fuente de las organizaciones criminales para obtener las armas son las mismas armas depositadas es un problema mucho más serio”, advirtió Edery.
Una de las hipótesis que analiza la Agencia de Delitos Complejos del MPA, es que la Dirección de Inteligencia de la Agencia de Investigación Criminal buscaba información sobre armas de fuego a raíz de los homicidios ocurridos en los barrios Empalme Graneros y Ludueña y se encontraron con una disputa territorial entre bandas.
Una de ellas vinculada a Francisco “Fran” Riquelme (detenido por el ataque a la testigo Mariana Ortigala) y relacionado con Yanina Alvarado, hermana de Esteban, el presunto líder narco. En la otra organización, se encuentra Lionel “Larva” Fernández, persona relacionada con los integrantes del pabellón N° 8 de Piñero donde habitan internos vinculados a Los Monos. En ese contexto, los fiscales creen que se dieron una serie de enfrentamientos con armas entre ambas facciones.
Edery sostiene que, dentro de la fuerza, “puede haber responsabilidades penales o por omisión de control. No podían estar de la manera en la que encontramos las armas en el depósito de Balística y por eso es que estamos con esta investigación. El descontrol y la falta de control son los que permiten que las armas se vendan. Ni siquiera sabemos cuántas armas hay allí porque no están actualizados”.