"Todos los teléfonos borrados. Él y su amigote (sic) Ponce Asahad. Vergüenza". Con vehemencia y esos términos, Luis Schiappa Pietra respondió a una descalificación de tres abogados a la investigación por corrupción ligada al juego clandestino y a las trabas que hasta noviembre pasado había puesto su ex jefe y el de otros más de 80 fiscales, Patricio Serjal, en la audiencia en la que la jueza Eleonora Verón extendió su detención preventiva hasta este febrero.
Eran otros tiempos. Serjal, caído en desgracia en agosto, afrontaba esa causa en contra pero no otras. El panorama sombrío -para él- abarca en este enero de 2021 más aristas y podría pasar largos años preso. Salvo que, como su ex ladero Ponce, se decida a colaborar.
Por eso el "run run" alrededor de los términos de su reunión del 4 de enero pasado en la órbita del Servicio Penitenciario con Schiappa Pietra y Matías Edery -que criticó el abogado del senador Armando Traferri- y otras líneas que surgieron de las audiencias públicas de 2020 permiten asomar la mirada hacia un horizonte que incluye un año electoral que tendrá que eludir los coletazos.
No sólo por la pretensión de acusar al histórico dirigente peronista Traferri, sino porque todas las fuerzas deberán participar de un debate y decisiones que promete exceder ampliamente a quien fuera aliado incondicional y parte fundamental del armado de Omar Perotti para llegar a la Gobernación. Aquí algunas de las claves que apenas son disparadores.
Las llamadas directas
Para la Cámara de Senadores por ahora resulta insuficiente la prueba que presentaron los fiscales contra Traferri a partir de su vínculo con el empresario del juego Leonardo Peiti y en dos minutos y medio -sin debate- rechazaron el pedido de desafuero. Sin embargo, los fiscales tienen una carta más: seis llamadas directas.
Son de 2017, cuando Peiti tenía el teléfono intervenido por una causa radicada en Melincué. En aquel año, Traferri -que mediante un escrito dijo haberlo conocido en 2020- y el empresario hablaron al menos en abril, mayo y junio. Las llamadas de abril son todas del 29 y previas a un movimiento de antenas que, para los fiscales, significó que se encontraron.
Ninguna dura un minuto. Pero con el teléfono intervenido y otras conversaciones conocidas: ¿Los fiscales tienen el contenido de una charla entre Traferri y Peiti y aún no lo exhibieron?.
Los teléfonos de Serjal y Ponce Asahad
A los ex fiscales les secuestraron sus celulares entre julio y agosto pasados. En aquel noviembre, el acusador Schippa Pietra dijo que habían sido borrados por "él -por Serjal- y su amigote (sic) Ponce Asahad. Vergüenza. Eso sí es una forma de ocultar información. ¿Qué vienen a decir que puso el teléfono a disposición? Estaba todo borrado y aparte lo reseteaba cada 10 días", disparó en una audiencia.
Sin embargo, la posibilidad de que hayan recuperado información existe. De hecho, pudieron determinar que ambos tenían como contacto al senador Traferri pero que lo habían borrado como tal, además del contenido de las conversaciones.
Esa información puede ser central, al punto que del celular del ex secretario de Ponce, Nelson Ugolini, recuperaron audios que derivaron en la investigación contra la fiscal de San Lorenzo Melisa Serena. Ella y Ugolini, vía el encriptado Telegram, se sumaron a las menciones sobre Traferri que en otras conversaciones, a lo largo del tiempo y sin conocimiento de que eran o iban a ser investigados hicieron Peiti, Ricardo Paulichecho y Darío Scataglini.
En el caso de Serena, por ahora, no otorgó la clave para el suyo. Más interrogantes: ¿Podrán reconstruir los movimientos de la fiscal del departamento del senador en cuestión?.
Párrafo aparte: de Paulichenco, ex secretario parlamentario, es una incógnita saber si hay más comunicaciones en los más de 200 cds de escuchas de 2017. El ex secretario parlamentario podría no ser el nexo con un solo legislador sino con varios.
El patrimonio de Serjal
El futuro del ex jefe de fiscales es sombrío si no cambia su situación: está preso en la causa del juego mientras avanzan las investigación por protección a la Petroquímica Bermúdez -la Cámara ordenó que se fije audiencia- y la obtención de dos 0km tras confirmar el cierre de una causa que favorecía al empresario Rómulo González, dueño de la concesionaria Auto Rosario. En paralelo, investigan su patrimonio -nadie confirma ni desmiente las versiones de una importante suma en dólares en Uruguay- y hallaron inconsistencias. ¿Cuántos años podría pasar preso?.
Ahora, sus abogados señalan que perdió 18 kilos y que su ánimo no es bueno. Sin embargo, cuando el 29 de diciembre pudieron debatir por su libertad para Año Nuevo -el anhelo de cualquier detenido- desistieron del recurso ante el camarista Guillermo Llaudet Maza. A continuación, Schiappa Pietra y Edery lo visitaron en la cárcel, algo que criticó en modo de denuncia pública el abogado de Traferri y que explicaron como una entrevista por sus condiciones físicas y psíquicas. Pura inquietud periodística: ¿Perdió 18 kilos en 7 días y los abogados no alcanzaron a plantearlo antes o en realidad hablaron de otra cosa?.
Tras ver a Peiti y a Ponce Asahad cuando ya estaban presos, los fiscales lograron que los dos colaboren a partir de sus declaraciones y verificaron información objetiva. Todo el lastre en contra podría ser lo único que haría torcer a Serjal su prolongado silencio.
La pista policial
La causa estalló en julio pasado cuando los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organiza del MPA -los actuales y la ahora regional María Eugenia Iribarren y Gisela Paolicelli- pegaron "alto": fue la detención del ex comisario Alejandro Pipi Torrisi tras seguimientos del Organismo de Investigaciones y la Agencia de Control Policial. Era quien distribuía la recaudación para la protección policial al juego ilegal en las diferentes agencias.
Sin embargo, en poco tiempo Torrisi quedó en libertad y firmó un abreviado. Los términos y una posible declaración, junto a sus alcances, nunca trascendieron públicamente.
Tampoco el resultado de la pericia del teléfono celular de Esteban Lugo, ex secretario privado de jefes policiales de Rosario, ni del secuestrado a Gonzalo Paz, ex jefe de la Policía de San Lorenzo. Ninguno de ellos fue citado a imputativa o acusado formalmente de algún delito después de aquellas medidas.
¿Qué había en el estudio?
Cuando a fin de año el OI y la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) allanaron el estudio jurídico-contable De Iparraguirre & Cicchitti, de Corrientes y Córdoba, los investigadores sintieron con el impacto de las repercusiones que llegaron al núcleo de la ruta del dinero y más.
Se llevaron documentación y celulares de la contadora del empresario Peiti y allanaron su casa, que comparte con el abogado José Fernández Chemes, parte del estudio y funcionario de la intendencia de Alberto Ricci (FPCyS) en Villa Gobernador Gálvez.
"Es un bomba", describió un investigador sobre la información recopilada. Al menos por ahora, nunca fue usada en audiencia pública alguna.
Otros investigados
Tras el estudio, los allanamientos se desplegaron sobre propiedades y elementos informáticos del ex diputado Darío Scataglini, el abogado y ex funcionario Carlos Carranza y el abogado Aníbal Porri, empleado de la Secretaría de Control y Convivencia de la Municipalidad de Rosario asignado en comisión al Sindicato de Trabajadores Municipales.
Porri, ex abogado de la Guardia Urbana Municipal, fue allanado a mediados del año pasado tras aparecer en un video junto al empresario Peiti cuando llegó a una reunión con Ponce Asahad.
Los investigadores pasaron días tratando de determinar si participó además, cuando la investigación era pública y notoria, de una reunión tras salir oculto del Banco Municipal para verse en un baldío con el ex fiscal Ponce Asahad.
Los alcances del contenido de sus celulares, computadoras, declaraciones y más pueden llegar a gestiones locales, sindicatos y más.
El fiscal que volvió
Los días de alta tensión que vivieron los acusadores con la Legislatura, en particular con la Cámara de Senadores, quedaron atrás con el avance de enero. Pero las fuentes consultadas confirman que en el primer día hábil irán por la declaración de inconstitucionalidad de la norma que impide imputar al senador Traferri por los fueros que le otorgan su cargo.
El que volvió de las vacaciones y dejó un mensaje en Twitter fue Matías Edery. Junto a una frase de una canción del Flaco Spinetta, escribió: "Buena semana para las personas honestas y para los que no lo son... a disfrutar que pueden ser las últimas". ¿De qué escribió el fiscal si no era de la causa del juego o de otras derivadas?
Las próximas semanas podrían tener la respuesta a esta y otras preguntas.