Este domingo se informó la muerte de la abuela de 74 años que el último jueves por la tarde había recibido diez disparos en el marco de una balacera que tuvo lugar en la zona noroeste de Rosario. En el hecho también resultó herida la nieta de la mujer, de nueve años, que sufrió una fractura en su pierna.
La víctima fatal se encontraba internada en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) en estado delicado.
“Solo esperamos un milagro”, dijo Natalia, la mamá e hija de las víctimas, el último viernes por la mañana en contacto con el programa Radiópolis (Radio 2). La mujer apuntó entonces a “narcos que se disputan el territorio”.
El hecho ocurrió el último jueves cerca de las 16.30 en la cortada Rafaela al 5200, en la zona de Camilo Aldao y Humberto Primo. Dos sujetos encapuchados en moto abrieron fuego a mansalva a lo largo de casi toda la cuadra, según relataron vecinos, por causas que se investigan.
“Supuestamente hay guerras entre narcos que se pelean por el territorio pero queda expuesta la gente como mi mamá y mi hija”, lamentó, mientras en línea escuchaba el ministro de Seguridad, Jorge Lagna, también en conversación con Radiópolis.
En esa ráfaga de tiros, la menor recibió uno en una pierna y sufrió una fractura, de acuerdo a lo expuesto por la directora del Vilela, Viviana Esquivel. En tanto que la víctima fatal presentaba varios impactos con un total de diez orificios de bala entre el tórax, un hombro, un glúteo, un antebrazo y la región inguinal.
Ambas víctimas fueron trasladadas rápidamente en un auto particular hasta el Heca, aunque luego a la nena la trasladaron al Hospital de Niños Víctor J. Vilela.
Un barrio conmocionado
El hecho generó gran conmoción en el barrio, donde se intentaban establecer las causas de tal ataque armado.
“Toda la gente empezó a correr. Y balearon a una señora que no se mete con nadie, vive con la hija, no se puede movilizar. Estaba en la vereda con su nieta”, contó una vecina al móvil de El Tres.
Al parecer, la víctima, al percibir el ataque, sólo atinó a decirles a los delincuentes que “paren un poco” y le dispararon en forma directa.
“Estamos a la deriva, nadie hace nada. No se puede estar en la vereda. Ni adentro de tu casa estás seguro”, agregó la testigo, mientras que otro hombre graficó que en casos como éstos, que son recurrentes en el barrio, “no sabés para dónde correr”.
Y agregó: “A la mujer herida la cargamos enseguida con un vecino en la chata”, una Fiat Fiorino con la que trasladaron a las dos personas heridas al Heca.