El presidente del Consejo de Administración Estatal de Myanmar, el general Min Aung Hlaing, anunció este lunes un luto de una semana tras el terremoto de magnitud 7,9 que sacudió el país del sudeste asiático este pasado 28 de marzo.

En reconocimiento y solidaridad por los daños y pérdida de vidas causados por el terremoto, el período del 31 de marzo al 6 de abril fue declarado como días de luto nacional.

Durante todo este tiempo, la bandera nacional ondeará a media asta, proclamó. Según informó el Consejo de Administración Estatal de Myanmar este domingo, unas 1700 personas murieron, 3400 resultaron heridas y 300 quedaron desaparecidas tras el devastador terremoto.

Los esfuerzos de rescate se vieron obstaculizados por rutas dañadas, puentes caídos, comunicaciones irregulares y los desafíos de operar en un país en medio de una guerra civil.

La búsqueda de sobrevivientes recayó principalmente en la población local sin la ayuda de equipos pesados, moviendo escombros a mano y con palas bajo una temperatura de 41 grados Celsius (106 Fahrenheit), con solo alguna excavadora con cadenas a la vista.

La gente gritó en las calles el domingo cuando se produjo otra réplica de magnitud 5,1, pero luego el trabajo continuó.

Myanmar se encuentra en la falla de Sagaing, una importante falla norte-sur que separa la placa de India y la placa de Sunda. Según detalló Clarín, el terremoto se produjo cuando una sección de 200 kilómetros (125 millas) de la falla se fracturó, causando daños generalizados a lo largo de una amplia franja de territorio en el centro del país, incluidas las regiones de Sagaing, Mandalay, Magway y Bago y el estado de Shan.

Entre cortes generalizados de telecomunicaciones, por el momento se conocían pocos detalles sobre zonas fuera de las principales áreas urbanas de Mandalay y Naipyidó.