La investigación de una serie de aprietes sufrida por los dueños de pequeños comercios cercanos al Fonavi de Donado y Mendoza, en los primeros meses de 2023, condujo a un interno de la cárcel de 27 de Febrero al 7800. Este martes, el recluso, identificado como Ignacio Alexis Corzo (23), fue condenado a seis años de prisión por delitos de extorsión –consumada y en tentativa–. La pena se unificó con una anterior por delitos de robo calificado y sumó 11 años. La sentencia fue dictada en un acuerdo de partes por el que el imputado se declaró culpable. Su novia también fue condenada como partícipe de una de las maniobras y por portación de arma.
La investigación del fiscal Federico Rébola y de la Brigada de Extorsiones y Balaceras de la AIC ubicó como artífice de los aprietes a Corzo, que estaba alojado en la Subunidad Nº 3, que está dentro del complejo penitenciario de 27 de Febrero al 7899, donde también está el Order (Oficina de recepción de detenidos).
La causa señala que el último 25 de enero, una quiosquera que posee un local sobre Magdalena Güemes recibió un mensaje anónimo que decía que para “trabajar tranquila” iba a tener que pagar 400 mil pesos, por única vez o en cuotas de 100 mil pesos. La mujer terminó pagando 50 mil pesos a dos sujetos que pasaron en moto en Santa Fe y Circunvalación, el lugar pactado para la entrega. Corzo dijo que en los próximos días pasaría a cobrar la otra parte de la cuota.
El 13 de febrero, Corzo se ensañó con la familia propietaria de un carrito de comidas rápidas ubicado en colectora José María Rosa. Por WhatsApp, el extorsionador pidió un millón y medio de pesos, y las víctimas –tras una breve negociación– entregaron 100 mil pesos. Pero el asedio continuó y el día 18 el carrito fue blanco de un ataque incendiario. Incluso el 2 de marzo, una llamada por WhatsApp de Corzo a una hermana de las víctimas pidió “que se comuniquen”, que la próxima “le iba a matar a uno ahí si se hacían los boludos”.
Otro expediente tiene como víctima al dueño de un minimarket de zona norte, que resultó ser tío de la novia de Luana “Luly” Gervatti (21), la novia de Ignacio Corzo.
“Hoy te tocó a vos; te venimos siguiendo hace como 7 meses. Trabajás en la Arcor y tenés el negocio que levanta una banda de plata por día. Te estás yendo de vacaciones a full, no te hagas el boludo, colaborá, estamos a la vuelta de la casa de tu mamá, acá en Baigorria, te la vamos a secuestrar (...)”. El mensaje apareció el 24 de febrero y la causa quedó en tentativa de extorsión, ya que las víctimas lograron averiguar que Luly y su novio preso eran quienes enviaban los mensajes extorsivos.
Por último, Corzo se declaró responsable de extorsionar al dueño de un granjita de Donado al 800, que fue atosigado de amenazas, pero no entregó dinero.
La causa por la que fue condenado Corzo se conoció con una serie de allanamientos que personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) realizó en abril.
En esa ocasión fue detenida Luana Gervatti en Provincias Unidas al 1500 A. En la vivienda, hallaron una pistola 9 milímetros con numeración limada, una balanza de precisión; una nota manuscrita con amenazas –promete “ráfaga” de tiros–, un número de teléfono y el pedido de “comunicate”.
Corzo ya había sido condenado a 4 años y 6 meses de prisión efectiva por hechos de robo a mano armada. En abril, la requisa en su celda arrojó el secuestro de dos teléfonos celulares.
La jueza Valeria Pedrana resolvió homologar el procedimiento abreviado presentado por el fiscal Franco Carbone, aceptado por la defensa, y condenó a Corzo a la pena de 6 años y 6 meses de prisión efectiva por los delitos de extorsión simple en calidad de autor (2 hechos), tentativa de extorsión simple en calidad de autor (2 hechos). Pena que se unificó en 11 años de prisión efectiva.
Gervatti, por su parte, fue condenada a 3 años de prisión de ejecución condicional y reglas de conducta por extorsión en grado de tentativa en carácter de partícipe necesaria; tenencia ilegal de arma de fuego y encubrimiento simple, estos últimos dos en calidad de autora.