En una compleja audiencia, que se llevó a cabo en dos jornadas en el Centro de Justicia Penal, unas 6 personas fueron imputadas por haber creado un grupo en el sistema de mensajería Telegram cuyo requisito para ingresar era el de enviar fotos o videos caseros de partes íntimas de mujeres o videos de relaciones sexuales caseros, donde además debían indicar la identidad de la persona grabada –sin su consentimiento– para acreditar la veracidad de la información. Cuatro de las víctimas que fueron filmadas denunciaron el hecho al enterarse de que circulaban imágenes suyas. Mauro Scaloni, hermano del director técnico de la selección argentina, es uno los sospechosos y no pudo terminar de ser acusado debido a un problema en la notificación que envía la Oficina de Gestión Judicial a la defensa.
La primera parte de la audiencia se dio a conocer el pasado 27 de julio, cuando los fiscales Viviana O’Connell y Ramiro González Raggio imputaron a Tomás Miniello, Kevin Perucca Dubini, Tiago Toro, Luis Miguel Bonacci, Matías Dose, Franco Ferraris y Mauro Scaloni de conformar una presunta asociación ilícita en concurso real con publicación, ofrecimiento, facilitación y divulgación de imágenes pornográficas donde se exhibe a menores de edad. Dicho trámite se reanudó y finalizó recién el pasado viernes ante la jueza María Trinidad Chiabrera.
Para los fiscales, Tomás Miniello fue el jefe de la presunta estructura, quien administraba el grupo de Telegram –que habría sido creado en mayo de 2020 y funcionó hasta marzo de 2022–, y el resto fueron considerados presuntos miembros. Según agregaron, los que formaban parte del chat ingresaron con otra identidad y en algunos casos las fotos y videos que enviaron habían sido obtenidos “por medios ilícitos, como amenazas coactivas o hackeo de cuentas”.
“Los imputados difundieron fotografías y videos de contenido sexual que no estaban destinados a ser vistos por terceras personas, y aprovechándose de que las mismas por el desconocimiento de las maniobras desplegadas no podían consentir libremente, fueron expuestas a ser vistas por un sinnúmero de individuos, con el solo fin de satisfacer las pretensiones de los ofensores en un número indeterminado de veces”, señalaron los funcionarios judiciales.
En la acusación, O’Connell y González Raggio enfatizaron: “Todos estos hechos fueron cometidos en una clara situación de violencia, dominio y sometimiento por su condición de mujeres, al hacer circular fotos y filmaciones de las víctimas en contra de su voluntad, tratándolas como objetos sexuales para la recreación y el disfrute de los hombres, vulnerando su condición de personas iguales, lo que implica un contexto claro de violencia de género”.
A uno de los imputados, Kevin Peruca Dubini, además le atribuyeron haber contactado a finales en septiembre de 2020 vía mensaje directo de Instagram a una mujer que había sido filmada sin su consentimiento cuando era menor de edad para amenazarla con dar a conocer videos suyos en caso de no darle dinero. El acusado, para llevar adelante esa extorsión, usó un perfil falso de Instagram.
“A la fecha continúa siendo hostigada y amenazada por redes sociales por diferentes perfiles que recibieron los mismos videos”, expresaron los fiscales con respecto al caso de la víctima que fue grabada cuando tenía 15 años.
Mauro Scaloni, para la investigación, fue uno de los presuntos integrantes del grupo de Telegram. En su caso, estuvo en la primera parte de la audiencia, pero por un problema en la notificación judicial, no estuvo en su reanudación el pasado viernes. Distinta fue la situación de otro sospechoso, que directamente no compareció a ninguna de las dos jornadas.
A los seis que sí terminaron de ser imputados, la jueza Chiabrera les impuso las siguientes reglas de conducta por el plazo de ley: fijar domicilio, prohibición de acercamiento y de contacto con las víctimas. En el caso de Peruca Dubini, además, tendrá que realizar firmas semanales ante la Oficina de Gestión Judicial, y tiene prohibición de salida de la provincia y del país.