Una investigación de tres meses concluyó este miércoles con el desbaratamiento de un indoor sofisticado que, según investigadores federales, era regenteado por un ingeniero industrial dedicado a la siembra de marihuana de distintas variedades y venta de cogollos con “alta concentración de THC”, confiaron fuentes de la Policía Federal Argentina (PFA).
El vivero en cuestión, señalaron las fuentes, es un galpón de casi 300 metros cuadrados con una infraestructura y tecnología de punta "puesta al servicio del tráfico de marihuana".
Los voceros de la investigación dieron cuenta de la existencia de cámaras de seguridad, extractores de aire industriales, aireadores que se proyectaban al techo simulando chimeneas, sistemas electrónicos de ventilación, control automático de temperatura ambiente, riego, aires acondicionados, ventiladores especiales, iluminación específica y gran cantidad de nutrientes químicos y fertilizantes de todo tipo.
“Todo eso generaba un microclima ideal para la siembra y cosecha de marihuana en pleno barrio República de la Sexta”, señalaron.
La estructura, indicaron los detectives federales, era supervisada por un “jardinero 24/7” que seguía instrucciones precisas de su jefe, el ideólogo y dueño del lugar y la plantación, un ingeniero industrial rosarino que volcaba todos sus conocimientos profesionales para lucrar con la venta de –según dijo al ser detenido– los mejores cogollos del país.
Con intervención del Juzgado Federal Nº 4, a cargo de Marcelo Bailaque, en una investigación de tres meses dirigida por la Fiscalía Federal Nº 3 de Rosario a cargo de Adriana Saccone, el operativo estuvo a cargo de la División Antidrogas Rosario de la PFA.
Los allanamientos tuvieron lugar en la Sexta y barrio Martin, a metros del Monumento a la Bandera.
Tres hombres resultaron detenidos; y los investigadores incautaron 572 plantas florecidas, 14 kilos de cogollos, algunos envoltorios listos para la venta, con 25 gramos. Cuatro kilos de hojas (la “chala”); aceite de cannabis, dinero en efectivo, dos pistolas, una escopeta táctica, vehículos de alta gama, una costosa embarcación deportiva, además del indoor con tecnología de última generación.
Según las fuentes del caso, otro de los detenidos es un hombre dedicado a la profesión contable, hermano del ingeniero.
“Habían pensado en absolutamente todo para montar su negocio y maximizar la rentabilidad, utilizando además como cobertura la inscripción al Reprocann (Registro Nacional de Pacientes en Tratamiento con Cannabis), cobijándose inescrupulosamente en esa cobertura legal para invertir una suma multimillonaria en la instalación de un enorme vivero escondido dentro de un gran galpón, tecnología, insumos y estructura nunca antes vistas, donde se dedicaban a sembrar, cosechar, seleccionar, procesar y distribuir en modalidad delivery aceite de cannabis y cogollos de marihuana”, fue el reproche de un vocero de la causa.