Ezequiel Rubén Torres, un delincuente de 29 años que cayó en octubre de 2022 por haber cometido un robo a mano armada en Génova al 2000, fue condenado a través de un juicio abreviado, por el que recibió 8 años de prisión. Además del asalto mencionado, la Justicia provincial le atribuyó haber llevado adelante una serie de extorsiones mediante un celular que utilizó en la unidad penitenciaria Nº 6 de Rosario, donde elegía de manera azarosa a las víctimas.
De acuerdo a la acusación del Ministerio Público de la Acusación, el ladrón abordó junto a un cómplice a cuatro personas que caminaban por la vía pública, a quienes les sustrajeron todas sus pertenencias luego de exhibirles un arma de fuego. Torres fue perseguido por las víctimas, que lograron retenerlo a golpes y entregarlo a la Policía.
Ya preso en la unidad 6, el delincuente protagonizó nueve extorsiones, todas cometidas el año pasado, gracias a un teléfono que usaba en el pabellón 10 del penal.
Entre las intimidaciones imputadas se encuentra la ocurrida el 5 de mayo del año pasado, cuando se comunicó con la encargada del buffet del club Nueva Era, situado en Pasaje Pettinari al 6600, a quien le exigió pagar “por la zona”. Ese mismo día también extorsionó al dueño del bar de Italia al 2300, a quien le pidió 200 mil pesos para no atacar el local.
El 13 de mayo de 2023, Torres se comunicó con una cantante, le dijo que era integrante de la banda narco de Esteban Lindor Alvarado y le comentó que debía pagarle 50 mil pesos a cambio de no balearla o secuestrarla.
La saga de extorsiones continuó. El 16 de mayo de ese año, llamó al club 17 de Agosto de parte de la banda del fundador histórico de Los Monos Máximo Ariel “El Viejo” Cantero y solicitó dinero para no atacar el establecimiento.
Ezequiel Torres volvió a hacerse pasar por parte de la banda del “Viejo” Cantero el 18 de mayo. En esa fecha, llamó a una mujer, a la que le pidió la casa o 50 mil pesos para no secuestrarla. Tres horas después, usó el celular para hablar con el dueño de un local de ropa de Uriburu al 1100, donde también exigió plata para no atacar el negocio.
El 20 de mayo, el recluso de la unidad 6 mandó mensajes de texto SMS al dueño de una pequeña empresa de cartelería y señalización, al que le indicó que se comunicara para empezar a pagar en concepto de “protección”.
Dos días después, mensajeó al dueño de un local de reparación de calzado de la zona sur de Rosario y le comentó: “Si no pagás, esta noche te mandamos a matar”.
El último de los hechos atribuidos fue el 3 de junio de 2023, cuando una joven dio una nota en El Tres para pedir asistencia para su hermana y su hija con retraso madurativo, quienes habían perdido todo en el incendio de su domicilio de barrio Godoy. Como la víctima había dado su teléfono al aire para recibir donaciones, Torres aprovechó y le envió mensajes SMS que decían: “Mirá, sabemos que tenés una sobrina discapacitada. Si no querés que le pasa nada vas a tener que pagar 100 mil pesos esta semana. Atentamente, la mafia”.