La Fiscalía de Siniestros viales y delitos culposos dispuso este miércoles el archivo de la causa que se le seguía al empresario gastronómico Gustavo Albertelli, quien se encontraba imputado por la muerte del cadete Hernando Fredes, ocurrida en noviembre pasado en el túnel Celedonio Escalada.
En la resolución a la que tuvo acceso Rosario3, la Fiscalía expuso que la investigación del siniestro vial concluyó que la propia víctima derrapó con su motocicleta e invadió el carril contrario, impactando contra la camioneta de Albertelli.
Mientras que la conducción de Albertelli, que estaba bajo los efectos de alcohol, no fue determinante en el resultado fatal.
“La conducción bajo los efectos del alcohol del señor Albertelli se vislumbra en el caso como un peligro no concretado. Si bien es una conducta desaprobada, no es la acción determinante en la producción del resultado dañoso”, señala la resolución 221/24 de la fiscalía, que desistió de impulsar la acción penal contra el propietario de la rotisería céntrica Sagitario.
La resolución puso de relieve distintos testimonios de testigos del trágico suceso ocurrido en la tarde del 16 de noviembre en Aristóbulo del Valle y Richieri. Entre los relatos figuran personal policial, un testigo del siniestro y un amigo de Albertelli que lo acompañaba en la camioneta marca Kia.
Albertelli –que tenía 0.88 gramos de alcohol en sangre, según el análisis– fue aprehendido en Rodríguez y Jujuy porque abandonó la escena. Días después fue imputado por homicidio culposo y quedó en libertad, tras pagar una caución de 30 mil dólares, entre otros requisitos impuestos por el juez Carlos Leiva en el marco de un acuerdo de partes.
La causa tuvo su correlato extrajudicial con encendidos pedidos de justicia y violentos escraches al local de comidas del imputado.
El cadete Fredes estuvo muy complicado de salud hasta que falleció el 10 de diciembre por “complicaciones multiorgánicas por traumatismo de tórax”.
Un testigo contó cómo derrapó el motociclista: “Cuando llegué a la curva, vi una moto que venía en la mano contraria, yo veo que entra pasado de velocidad a la curva, no podía dominar la moto y le empieza como a temblar el manubrio, entonces yo me abro en mi carril hacia la derecha, por las dudas, fue un segundo, y cuando ya él pasa y lo tengo casi detrás mío, veo a mi izquierda, como atrás, de reojo digamos, chispas, y después del chisporroteo escuché un impacto”.
“Entonces llegué a la conclusión de la que la moto chocó con la camioneta atrás mío”, señaló el docente que fue testigo de la tragedia.
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