Este jueves se estrenó en los cines de Rosario –y otras plazas de Argentina– El retiro, la película protagonizada por Nancy Dupláa y Luis Brandoni.
Tanto la actriz como el actor tienen una reputación ganada en la actuación. Y, también, encarnan la grieta.
Militante histórico de la Unión Cívica Radical, Brandoni fue diputado nacional por la provincia de Buenos Aires (1997-2001) y candidato a vicegobernador en 2005, en la fórmula que lideraba Ricardo Alfonsín.
Tras la conformación de Cambiemos, el actor sumó su apoyo a la candidatura de Mauricio Macri.
En la otra vereda está Dupláa que si bien no reconoce militancia o carrera política fue una de las voces de apoyo más visibles dentro del ámbito artístico hacia el kirchnerismo.
"La extraño muchísimo, con profundidad la extraño. Como lo extraño a Néstor Kirchner, con profundidad. Pero tengo una buena sensación igual en mi cuerpo, de continuidad, de despertar. Algo va a pasar", sostuvo la actriz en 2016.
Y en diciembre de 2019, mientras se desarrollaba en el país la cumbre del G20 afirmó: “Cristina Kirchner es la única que nos puede sacar de todo esto”. Con los meses, hizo explícito su apoyo a Frente de todos.
El “esto” arriba citado es la gestión de Cambiemos a la que Brandoni instó a apoyar en un video que compartió semanas atrás. En el clip, y casi al borde de las lágrimas, pidió votar a Juntos por el cambios "para salvar la República".
En El retiro, segundo filme de Ricardo Días Lacopni, Luis y Nancy también tienen sus diferencias, pero como padre e hija.
En la trama, el también protagonista de La odisea de los giles muestra a un médico viudo recientemente jubilado que de la noche a la mañana debe hacerse responsable del hijo de su empleada doméstica.
Dupláa encarna a la hija música que decidió correrse del mandato paterno universitario para hacer su vida más cerca del arte.
La distancia entre ambos aumentará, al menos al principio, con la presencia del niño de ocho años.
A poco, y después de reproches de corte familiar, ambas partes intentarán un acercamiento, ya sin la grieta de un vínculo familiar resentido.