Andrew Paice, un padre de familia de 43 años, asistió sin esperarlo a una de las peleas más espectaculares del mundo animal, tanto por lo inusual del cruce como por el instinto temerario de los dos protagonistas: un tiburón toro y Brutus, un cocodrilo.
El también fotógrafo disfrutaba de unas vacaciones en familia en el Kakadu National Park, en Australia, cuando asistió al duelo.
Las imágenes fueron captadas el último 5 de agosto y, según el Huffington Post, el cocodrilo "obligó al tiburón toro a entrar en los manglares y allí lo devoró".
Brutus, de 5,5 metros de largo, les dio a Andrew y al resto de los turistas un show que difícilmente olviden.




