Científicos del Instituto Max Planck de Física Gravitacional, Alemania, realizaron una simulación numérica de la fusión de dos agujeros negros de diferentes masas y su emisión de ondas gravitacionales. Uno de los agujeros negros era casi 3,5 veces más masivo que el otro y tenía cerca de 29,7 masas solares.
La señal simulada es consistente con las observaciones realizadas por los detectores de onda gravitacional LIGO y Virgo el 12 de abril del año pasado, apuntan los científicos. Las ondas gravitacionales detectadas hace un año se extendieron a través del espacio-tiempo debido a la descomunal colisión de dos agujeros negros a 2.400 millones de años luz de distancia.
Simulación de la fusión de dos agujeros negros producida a una distancia de entre 1.900 y 2.900 millones de años luz de la Tierra. Este evento provocó una onda gravitacional que ha sido detectada por el instrumento @LIGO. Vídeo: Max Planck Institute for Gravitational Physics pic.twitter.com/hNON7x1rOZ
— FECYT_Ciencia (@FECYT_Ciencia) April 21, 2020
En el video, la radiación gravitacional se muestra en colores alrededor de los agujeros negros. Los colores pasan del azul, que representa radiación débil, al rojo, que indica radiación fuerte.
Tras analizar las ondas gravitacionales, los astrónomos calificaron aquella colisión como algo que no habían visto jamás, ya que fue producida por dos agujeros negros binarios que tenían masas muy diferentes.
Además, los investigadores precisaron que el conjunto de pruebas realizadas acerca de este evento "apunta a coherencia con la teoría general de la relatividad de Einstein".
"Esta observación nos permite probar de una nueva manera nuestras predicciones en torno a señales de ondas gravitacionales, y es otra pieza en el rompecabezas de comprender cómo se forman los agujeros negros binarios", explicó el astrónomo Christopher Berry, de la Universidad Northwestern y el centro de colaboración LIGO, según publicó RT.
Entre otras cosas, los científicos pudieron determinar que el agujero negro con mayor masa estaba girando. Por lo tanto, sugieren que pudo haberse fusionado ya anteriormente con otros agujeros negros.