Un gallo que era utilizado para peleas ilegales y tenía una cuchilla atada a una de sus patas mató a su dueño mientras intentaba escapar en la India, lo que desató una persecución policial con los organizadores del evento que se desarrollaba en el pueblo de Lothunut, en el estado de Telangana.
El ave, que luego de la situación fue enviada a una granja avícola, le provocó graves heridas en la entrepierna al hombre, lo que originó una hemorragia que no pudo ser atendida a tiempo y le provocó la muerte.
Los gallos que son criados especialmente para este tipo de prácticas suelen llevar cuchillas de 7,5 centímetros de longitud atadas a sus patas para los enfrentamientos, y miles de estos animales suelen morir cada año a pesar de los esfuerzos gubernamentales y de entidades protectoras de animales.
Las luchas suelen durar en promedio una hora y terminan cuando una de las aves "cae", ya sea por la gravedad de sus heridas o por la muerte del animal. Además, es común que, durante un cruce, ambos pierdan los ojos y hasta el pico.
Respecto a responsabilidades penales, la policía busca 15 personas vinculadas a esta actividad y los promotores podrían enfrentar cargos de homicidio, apuestas ilegales y organización de eventos clandestinos.
"Las penas por peleas ilegales de animales son muy claras para la población y las autoridades, pero optan por hacer la vista gorda, pues no solo se trata de entretenimiento, sino de las fuertes apuestas que hacen los asistentes", explicó Gauri Maulekhi, miembro de la fundación People for Animals de la India, a la agencia AFP.
En la Argentina, las riñas de gallos están prohibidas desde 1954, a partir de la sanción de la ley 14.346; la regulación se extiende para cualquier enfrentamiento entre animales, ya sean públicos o privados.
Otro caso similar
Saripalli Chanavenkateshwaram Rao murió en India el 15 de enero pasado tras ser atacado por su gallo. El hombre de 50 años fue trasladado a un hospital luego de haber sido herido por una cuchilla atada a la pata del animal, y sufrió un derrame cerebral mientras estaba internado.
Rao, que vivía en la aldea de Pragadavaram, en el estado de Andhra Pradesh, era un habitual anfitrión en peleas de gallos locales.
El día de su muerte iba en camino a inscribir al animal en una competencia cuando este intentó liberarse, y al aletear por el pánico le clavó la navaja en la garganta.
A pesar de no poder controlar la extensión de este tipo de prácticas, en 2014 una sentencia de la Corte Suprema de Justicia dejó en claro la ilegitimidad de las peleas de animales, en virtud de la Ley de Prevención de la Crueldad contra los Animales del país.