La senadora por Santa Fe, María de los Ángeles Sacnun, del Frente de Todos, brindó un discurso a favor de la legalización del aborto. Se refirió a la cuestión constitucional, rechazó la “grieta” que reduce la discusión a abortistas y anti abortistas y mencionó a varias víctimas de “los femicidios del Estado por omisión”, entre ellas a la santafesina Ana María Acevedo.
“Pensemos en la Constitución de la Nación, hemos escuchado reflexiones en torno a los principios y tratados de Derechos Humanos incorporados. La verdad es que no es un texto muerto, también se va recreando con la interpretación de tribunales y del Congreso dictando leyes con la incorporación de derechos, garantías y deberes”, comenzó y apuntó: “Ni la Convención Americana de Derechos Humanos ni la Convención de Derechos del Niños ni razones de federalismo, ni el artículo 75 inciso 23 son óbice para que el Senado pueda aprobar este derecho”.
— Senado Argentina (@SenadoArgentina) December 29, 2020
“Tampoco es óbice pensar cuestiones de los costos de la salud pública”, advirtió y también mencionó: “La Convención de los Derechos Humanos no consagra un derecho absoluto de la vida”. Más adelante mencionó “el principio de igualdad del artículo 16 de la Constitución que se está violentando cuando penalizamos a las mujeres por un aborto clandestino”.
También aseguró que durante los debates de comisiones, desde el Comité de Deechos del niño se mencionó que en 2010 y 2018 se recomendó avanzar en un proyecto de ley de interrupción del embarazo para proteger a las niñas. Fue entonces que manifestó: “De ninguna manera el Estado está promoviendo el aborto, reconoce su existencia. Creer que esto se trata de abortistas o antiabortistas es de un reduccionismo inaceptable, estamos dirimiendo si el Estado va a acompañar a las mujeres que decidan interrumpirlo”.
Sacnun denunció que en Argentina “se condena a las mujeres pobres a morir en la clandestinidad” y recordó que en 2018 durante la instancia similar que finalmente truncó la legalización de la práctica, aseguró que “cada muerte por aborto clandestino era un femicidio de Estado por omisión”.
Emocionada, mencionó a “Ana María Acevedo, una santafesina de Vera de 20 años, a la que en la ciudad de Santa Fe se le negó un aborto punible y al morir dejó a tres hijos. Tenía cáncer y por múltiples dilaciones fundadas en objeciones de conciencia fue condenada por el sistema a morir”. Y reforzó a modo de pedido: “Por Ana María, por Lucía, esa nena de 11 años violada por el abuelastro que pidió que le sacaran «esa cosa que le puso el viejo adentro», en nombre de Belén, de miles y miles de mujeres y pibas que están en las plazas de mi provincia que han trabajado y luchado, que nos dejen de subestimar, que no se adueñen más de nuestro deseo y de nuestra autonomía. Creo en la sororidad, que sea ley”, concluyó.
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