Tras la reglamentación de la ley que garantiza el servicio gratuito energético a pacientes electrodependientes, el gobierno provincial prepara un protocolo de aplicación.
El 2 de julio se oficializó el decreto 1678 del gobernador Miguel Lifschitz que reglamenta la ley provincial de gratuidad del servicio a electrodependientes. Esto quiere decir que todas aquellas personas cuya vida o salud dependa del uso de la energía eléctrica no deberán pagar por el suministro e incluso podrán solicitar la colocación y mantenimiento de un grupo electrógeno.
La propia ley define como “electrodependientes por cuestiones de salud a aquellas personas que requieran un suministro eléctrico constante y en niveles de tensión adecuados para poder alimentar el equipamiento médico prescripto por un médico matriculado y resulte necesario para evitar riesgos en su vida o su salud”.
Para acceder a la gratuidad del servicio, el electrodependiente deberá estar inscripto en el Registro de Electrodependientes por Cuestiones de Salud (RECS), dependiente del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, y mantener vigente su inscripción en el registro provincial.
Ahora, los ministerios de Salud, la secretaría de Energía y las distintas distribuidoras trabajan en el el protocolo de aplicación “con la debida y explícita fundamentación técnica y científica a los efectos de definir prioridades en orden a la gravedad del electrodependiente, determinando las medidas a adoptar en casos de verificarse dificultades en la prestación del servicio en el domicilio denunciado o de acceso al centro de salud más cercano”.