El impactante derrumbe de la casa ubicada en Superí al 200 mantuvo en vilo a todos los familiares de Luis Ariel López, el hombre de 52 años que fue encontrado sin vida, luego de 40 horas de búsqueda, bajo los escombros de la propiedad de tres pisos que se desplomó alrededor de las 19 del último domingo.
Sus familiares y amigos contaron que era un amante de la naturaleza, realizaba distintas actividades en el río y era instructor de montaña. "Sumamente deportista", dijo María del Mar, sobrina del dueño de la casa y prima de Ariel, cuando todavía no habían encontrado el cuerpo.
Fue alumno de la escuela Gabriel Carrasco (Agrelo al 1700) y cursó la secundaria en la Escuela Técnica Nº5 (Enet Nº5), donde se recibió de maestro mayor de obras. Siempre vivió en Alberdi y era socio del Club Remeros Alberdi.
También relató que su tío logró salvarse gracias a que su primo "le llegó a gritar que la casa se venía abajo", tras lo que el propietario de la vivienda corrió a resguardarse en el lavadero. Y añadió que el hombre, que es arquitecto, no habría visto ningún indicio previo al derrumbe: "Él era muy precavido a la hora de hacer sus obras".
A su vez, estimó que la casa tendría una antigüedad de alrededor de 30 años y que los departamentos que se habían construido en la parte de arriba eran "relativamente nuevos". Además, contó que su primo no tiene hijos y que tiene dos hermanos, uno de los cuales vive en Bélgica.
Los familiares de Ariel siguieron de cerca el operativo de rescate en el terreno de la propiedad, desde donde María destacó la "excelente" labor de los rescatistas durante los casi dos días de búsqueda, al igual que del personal municipal presente.
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