Un especialista en derecho informático advirtió sobre "la letra chica" de FaceApp, la aplicación que volvió a ser furor en Argentina y en otros países. Antes era por la función de envejecer rostros y ahora por cambiar el género de la persona. "No hay que ser tan ingenuo", señaló Miguel Sumer Elías, abogado y profesor en Derecho Informático, con respecto a los permisos que se otorgan para usar el programa.
"No hay mucho misterio de FaceApp. Si leés la letra chica (de términos y condiciones), como en la mayoría de los contratos, dice que van a acceder a contenidos como fotos y videos para almacenamiento. Agrega que no lo comparten con terceros. Pero dice «salvo a empresas u organismos con los que tengamos algún convenio». No especifica con quién. Puede ser el gobierno, servicios", dijo Sumer Elías.
En diálogo con el programa A Diario (Radio 2), el especialista señaló que "no hay que ser tan ingenuo" a la hora de descargar aplicaciones y otorgar permisos a dichos programas. "Es increíble la dualidad e incoherencia que existe. Somos activistas de la privacidad, pero a las aplicaciones no sabemos qué permisos le damos. Ese es el debate", expresó.
"Ven la palabra gratis y descargan aplicaciones para ver qué onda. Incluye permisos y a las aplicaciones se los damos", indicó.
Sumer Elías añadió que la interceptación telefónica "no se puede evitar" y explicó que el cifrado de los mensajes está hecho para que "no se entiendan" los chats. "Está buenísimo desde el punto de vista de la privacidad, puede complicar investigaciones judiciales", remarcó.