Este 20 de diciembre se cumplen 20 años de la crisis de 2001. Para María Martínez, son dos décadas sin su marido, Rubén Pereyra, una de las seis víctimas de Rosario. Después de tantos años, sigue reclamando Justicia. Hoy volvió a Tribunales con una foto de su esposo en el pecho y lágrimas en los ojos.
“La causa de Rubén quedó sobreseída, hubo ocho policías imputados, pero no se pudo comprobar quién fue el que tiró”, resumió Mari, en contacto con El Tres, un derrotero de años. De Rubén le quedan su hija de 22 años, los recuerdos, y el sabor amargo de la injusticia.
Junto con otras víctimas y familiares de víctimas fatales, participó de la vigilia este domingo en los Tribunales provinciales y del acto de la mañana. A la tarde marchará hacia el Monumento, en otra de las actividades previstas para la fecha que cerrará con la instalación en el Palacio de Justicia en recuerdo de todas las víctimas de la violencia institucional.
El changarín que esperaba comida
Rubén Pereyra fue abatido por la policía la noche del 19 de diciembre de 2001, cuando esperaba frente al hipermercado Libertad camiones que llegarían con comida para repartir. Tenía 20 años.
“Llegaron los camiones y bajaron policías y empezaron a reprimir a la gente –recordó Mari–. Rubén cae, un vecino lo ayuda, él le dice que estaba bien, el vecino se va, hace dos pasos más, cae y no se levantó más”.
Esa noche, Mari se había quedado en su casa con la hijita de ambos, Aldana, hoy de casi 22 años, en aquel entonces de apenas un año y 11 meses.
Rubén trabajaba en una ladrillera, de jardinero, de cuidador de animales, de lo que pudiera para sostener a su familia.
Los otros cinco muertos por la represión de 2001 en Rosario
Además de Pereyra, en Rosario se registraron otras cinco muertes vinculadas a la represión policial del 19 y 20 de diciembre de 2001. El caso que tuvo mayor repercusión fue el de Claudio “Pocho” Lepratti, asesinado en una escuela de Las Flores, el mismo barrio del que era Rubén y donde aún vive su viuda.
La lista fatal se completa con Ricardo Villalba, de 16 años, que sufrió un tiro en la cabeza en cerca de un negocio de Cabassa y Esquivel; Juan Delgado, de 28 años, baleado durante una corrida en el barrio República de la Sexta; Yanina García, una madre de 18 años que recibió un disparo en el pecho en la puerta de su casa; y Walter Campos, otro chico de 15 años, muerto en la zona norte, en el cruce de la calle Olivé y el arroyo Ludueña.
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