Polonia y República Checa reportaron este miércoles un repunte de casos de coronavirus, mientras que Alemania extendió los controles fronterizos y Eslovaquia impuso un toque de queda como medidas para mitigar los contagios ante las nuevas cepas, lo que demuestra que la pandemia sigue golpeando a Europa.
Alemania extendió los controles fronterizos con la República Checa y con una región de Austria con el fin de contener la propagación de las cepas especialmente peligrosas, informaron las autoridades. Así lo anunció el vocero del Ministerio del Interior Stephan Mayer en una reunión a puerta cerrada del Parlamento, informó la agencia de noticias Europa Press, que cita fuentes que participaron del encuentro.
La medida, que entrará en vigor el 17 de marzo, ya regía desde mediados de febrero para contener el brote de la cepa británica que se está extendiendo rápidamente en la República Checa y en la región austriaca del Tirol, donde la variante sudafricana 501Y. V2 está muy presente.
Justamente República Checa está atravesando un repunte de los contagios con datos que no registraba desde principios de enero, con los hospitales acumulando una cifra de enfermos de coronavirus sin precedentes.
Las autoridades sanitarias checas reportaron este miércoles 16.642 nuevos casos, mientras que la cifra total de positivos se acerca ya a los 1,3 millones. Al menos 20.941 personas murieron desde el inicio de la pandemia, mientras que 8.162 pacientes están ingresados en hospitales, 1.660 de ellos con respirador, según el Ministerio de Salud checo.
En Austria, en la región alpina de Tirol, que se convirtió en un punto de acceso para la variante del virus sudafricano, los residentes requieren un test negativo de coronavirus para salir de sus límites. Para paliar el problema, las autoridades enviaron 10.000 dosis adicionales de la vacuna Pfizer para administrar a todos los adultos del distrito de Schwaz. Se estudiará la eficacia del fármaco, ya que una investigación sugiere que esta variante puede ser más resistente a las vacunas contra el coronavirus existentes.
Sudáfrica, por ejemplo, dejó de usar la de AstraZeneca, después de que un ensayo a pequeña escala descubriera que ofrecía solo un 10% de protección contra la variante detectada por primera vez en el país.
"Nuestro objetivo debe ser extinguir lo mejor que podamos esta variante, que representa una amenaza para nosotros, no solo en el Tirol sino en toda Austria", dijo el canciller Sebastian Kurz en una conferencia de prensa.
Polonia, en tanto, también informó este miércoles 16.598 positivos, una cifra por encima de las reportadas en los últimos cuatro meses. "Los resultados de hoy indican no solo que la tercera ola es un hecho, sino que se está acelerando", advirtió el viceministro de Salud, Waldemar Kraska, quien llamó la atención sobre el creciente número de pacientes en los hospitales. Kraska dijo que hay más de 15.500, casi 1.600 de ellos conectados a un respirador.
Por otro lado, Eslovaquia impuso un toque de queda nocturno para frenar los contagios. Desde este miércoles, entre las 20 y las 5 los residentes tendrán prohibido salir de sus casas, mientras que durante el día se mantiene la recomendación de quedarse en sus hogares, salvo por algunas razones, como visitas médicas, trabajo y ejercicio al aire libre o pasear mascotas. El toque de queda está en vigor hasta el 19 de marzo, pero puede prorrogarse, según publicó Télam.