Mientras que en los barrios, los vecinos aprovechaban la mañana soleada para hacer compras y pasear el perro, el primer día después del retroceso a una cuarentena más estricta se vivía con mayor restricción en la zona céntrica.
La imagen de muchedumbre que brinda los sábados a la mañana el centro de Rosario se veía reducida hoy a un par de personas. Así transcurría la mañana en la calle San Luis y en la peatonal Córdoba: negocios, tanto bares como locales de venta de ropa, que acatan la medida del gobierno provincial y sólo algunos hombres y mujeres que se desplazan.
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