Distintas agrupaciones y colectivos ambientalistas de Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay se unieron para promover la "conectividad ecológica". Según indicaron, el movimiento se centra especialmente en el Pantanal y el Gran Chaco con el objetivo de salvar a las especies más amenazadas pero sobre todo al yaguareté.
La iniciativa de "Vida Silvestre Conectada" fue diseñada por la Práctica de Vida Silvestre de World Wild Forum (WWF), el Centro para la Conservación de los Grandes Paisajes (CLLC) y el Grupo de Especialistas en Conservación de Conectividad de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Los voceros de la agrupación, aludieron a que "la conectividad permite la continuidad de los servicios ecosistémicos que sostienen la vida en el planeta, como por ejemplo la polinización o la provisión de agua dulce".
El paisaje Pantanal-Chaco es uno de los más biodiversos del planeta pero tiene "una de las tasas más altas de deforestación, lo que pone en riesgo corredores vitales para especies como el yaguareté".
Vida Silvestre Conectada destacó que esta iniciativa "se desarrolla en un momento en el que las cifras muestran que alrededor de un millón de especies se enfrentan a la extinción, principalmente debido a la destrucción y la fragmentación de hábitats naturales".
Uno de los ultimos informes de la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) de 2019 menciona que las áreas protegidas adecuadamente conectadas sólo cubren entre el 9,3 y el 11,7% del ámbito terrestre.