El Gobierno nacional evalúa la posibilidad de implementar una propina obligatoria en establecimientos gastronómicos que se vería reflejada en la cuenta final del consumidor. La propuesta tiene como objetivo mejorar los salarios de mozos de bares y restaurantes. En Argentina, dejar dinero extra por la atención es –hasta el momento– voluntario. Sin embargo, es un tema que da la vuelta al mundo y en muchos países aparece en el ticket.
Según trascendió, el presidente Javier Milei firmará un decreto que “mejorará los salarios del sector gastronómico” y que solucionaría el tema de la falta de efectivo, que muchas veces deja a los mozos sin propina.
El ministro de Desregulación y Transformación del Estado de la Nación, Federico Sturzenegger, será el encargado de llevar adelante el viejo reclamo del titular de Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la Argentina, Luis Barrionuevo quien en 2019 pidió que figure de manera oficial en las facturas de los establecimientos gastronómicos una carga del 14%, 16% o 18% del total, según la categoría y facturación del local.
En la actualidad, el único país de Sudamérica que tiene propina obligatoria es Brasil. Allí, en el ticket final se registra bajo el concepto “servicio”, un 10% extra que corresponde a los mozos. Algo similar sucede en Suiza donde se la conoce como “tasa de servicio” y es el 15% del total de la factura. Lo mismo sucede en Francia bajo el nombre “Service Compris”.
Otro ejemplo es Italia, donde las contribuciones en forma de propina se suman a la cuenta como "tasa de servicio". La misma va entre el 10 y el 15 por ciento del total de la consumición. En el caso de que la cuenta no venga con el concepto incluido, la retribución extra se sitúa en el mismo rango. En Países Bajos se repite la modalidad de añadir a la factura un costo extra para la propina y puede ir desde el 10 hasta el 15 por ciento.
En cambio, en Portugal, la propina del 10% se puede agregar a la factura final pero no es obligación, lo define cada espacio gastronómico. Situación que se repite en Reino Unido donde cada bar decide si incluir o no el service included y de cuánto será (entre el 10 y el 15 por ciento del total de lo consumido).
Sin embargo, hay lugares donde dejar dinero por la atención está mal visto. Por ejemplo, en Japón, los operadores turísticos sugieren no dejar propina. Son poco comunes y estar ante una situación así pone incómodos a los mozos. En China no está aprobada porque puede ser tomado como un gesto dde superioridad sobre un otro y en ocasiones puede tomarse, directamente, como un gesto de mala educación. Incluso, fueron prohibidas ya que una de las máximas del país asiático es la igualdad entre todos los ciudadanos.