A sólo horas de la masacre en Texas, Estados Unidos volvió a ser escenario de otro feroz tiroteo. Un muchacho de 24 años desató una sangrienta balacera en una popular zona de ocio de Dayton, Ohio y mató a, al menos, diez personas. El sospechoso fue abatido por la policía y entre sus víctimas, estaba su propia hermana.
Según informó EFE, el tiroteo se registró este domingo a la madrugada. Al menos 10 personas fallecieron, incluido el sospechoso, Connor Betts y su hermana Megan, y otras 27 resultaron heridas.
Las nueve víctimas tienen entre 22 y 57 años y todas fueron encontradas en el mismo lugar.
"Siempre estamos buscando qué es lo que podría haber motivado un acto tan horrendo como éste, estamos entrevistando a docenas de personas y revisando muchas evidencias electrónicas diferentes, para determinar eso. Aún no tenemos esa respuesta", explicó Matt Carper en rueda de prensa este domingo.
Betts tenía 24 años, estudiaba Psicología en la Universidad de Sinclair y trabajaba en un restaurante de comida rápida.
La noticia sacudió al país cuando todavía estaba tratando de comprender y recuperarse de lo ocurrido en otro tiroteo masivo en El Paso (Texas), en la frontera con México, menos de 24 horas antes.
Un joven de 21 años abrió fuego en la mañana del sábado de manera indiscriminada en un centro comercial en la ciudad, y dejó un escalofriante saldo de 20 muertos y 26 heridos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó este domingo que todas las banderas en edificios federales del país ondeen a media asta "en respeto solemne" por las víctimas de los dos tiroteos masivos de este fin de semana en Texas y Ohio, y que dejaron 29 muertos y decenas de heridos.
"Nuestra nación llora con aquellos cuyos seres queridos fueron asesinados en los trágicos tiroteos de El Paso, Texas, y Dayton, Ohio, y compartimos el dolor y el sufrimiento de todos aquellos que fueron heridos en estos dos ataques sin sentido", dijo Trump en una proclamación divulgada por la Casa Blanca.
"Condenamos estos actos odiosos y cobardes", recalcó el mandatario.
Con los de El Paso y Dayton, la cifra de tiroteos masivos en EE.UU. en lo que va de año superan los 250, y se producen una semana después del ocurrido en un festival gastronómico en Gilroy (California), que dejó cuatro muertos.