Para el abogado del dueño del predio usurpado en barrio Tango, detrás de la toma hay una mano (o varias) que lo organizaron todo. Julio Rodrigo representa a Mario Pacho, dueño del terreno de Mendoza y Benteveo, cerca del estadio mundialista de hockey. Acusó falta de compromiso por parte de la Fiscalía, ya que el reclamo se arrastra desde hace seis años. “Doscientas familias no se mueven espontáneamente ni se ponen de acuerd. para ir a usurpar un terreno”, observó.
En contacto con el programa Radiópolis (Radio 2), Rodrig. sostuvo que las personas que se asentaron en el predio de su cliente –unas cuatro hectáreas en barrio Tango– lo hicieron sin permiso y organizadas por alguien.
No descartó fines políticos: “Sabemos que esta cantidad de gente, que creo que mueven con fines políticos, son trasladados por alguien que las aglutina, alguien las esta organizando”.
Sin embargo, desde la toma, Marcelo, un jardinero, aseguró que “no hay nada raro” y que les dijeron que el propio dueño los dejó quedarse. Señaló que la necesidad los llevó a armar sus casas en ese lugar pero que, cuando puedan, van a pagar.
La versión del abogado es la opuesta. Recordó que su cliente comenzó con los primeros juicios de desalojo en 2014 por unas seis familias que se habían asentado en su propiedad. “Mi cliente es un es una persona mayor, no es un terrateniente, es una persona que trabajó toda la vida para dejarle este terreno a sus hijos”, lo defendió Rodrigo y acusó falta de compromiso por parte de la Fiscalía.
“Entiendo la necesidad (de los usurpadores) pero (el derecho a la vivienda) no puede ser a costa de mi cliente”, dijo el abogado que advirtió que su cliente no tendrían inconveniente en venderle el terreno, unos 37 mil metros cuadrados, al Estado.