Santafesinos crearon startup que busca revolucionar la industria alimenticia

Apostaron por un proyecto casi único en el mundo y fueron seleccionados por una aceleradora de biotecnología para desarrollarlo a escala

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Nació en Santa Fe y pretende revolucionar la industria alimenticia. Se trata de Michroma, una de las pocas compañías en el mundo que buscan reemplazar los colorantes artificiales de las comidas por soluciones naturales a base de hongos. Su proyecto es tan novedoso como audaz y es por esto que fueron seleccionados por IndieBio, la aceleradora de biotecnología más importante del sector.

“Logramos quedar entre los 10 seleccionados por GridX, una company builder de startup de base científica de Buenos Aires. De ahí viajamos a San Francisco el año pasado, donde nos presentaron a inversores y a Indiebio le gustó nuestro proyecto y nos incluyó en su programa de aceleración. Estuvimos hasta marzo allá desarrollando Michroma, pudimos captar capital e interactuar con otras industrias alimenticias”, contó Ricky Cassini, licenciado en Administración de Empresas y CEO de la startup.

Fue en noviembre del 2018, en un evento organizado entre la Universidad Austral y GridX, que Cassini conoció a Mauricio Braia, doctorado en Biotecnología e investigador del Conicet. El científico acudió para presentar una idea que venía investigando y que consistía en producir colorantes con hongos, los cuales ofrecen mayores beneficios para la salud, ya que los que se usan actualmente en la industria son artificiales y generan daños.

Los colorantes que se usan actualmente son a base de petróleo y presentan inconvenientes asociados a la salud y al medioambiente. Los colorantes naturales que se probaron son derivados de plantas e insectos y se producen directamente de la agricultura, por lo que traen problemas de sustentabilidad. Además, cuando se los aplica a la elaboración de alimentos no terminan de tener las características adecuadas”, señaló Braia, quien coordina la parte científica de Michroma, que cuenta con otros tres jóvenes en su equipo.

Según el biotecnólogo, la diferencia con Michroma es que producen colorantes a base de hongos filamentosos con tecnología mucho más sustentable que la agricultura. Los mismos son solubles en agua y se pueden aplicar a distintos productos en variadas condiciones sin que se vean afectados. Se cultivan en tanques fermentadores, con lo cual logran una mayor estabilidad al pH y temperatura.

“Estamos desarrollando algo que no se hace actualmente y tenemos que descubrir todo, así que vamos viendo cómo hacerlo crecer de una forma escalable. No usamos agroquímicos ni pesticidas, podemos producir todos los días y es una cadena de suministros mucho más corta así que también es una gran idea en términos de negocios”, destacó el Ceo de Michroma.

Los colorantes a base de hongos se encuentran todavía en etapa de desarrollo y según el empresario ya se encuentran prototipando con muchas compañías de gran relevancia en cosmética y alimentos, de Argentina y otros países. El objetivo es llegar a tener producidos cerca de 50 mil litros de colorante a base de hongos, lo cual les permitirá ser competitivos en costos y poder disputar el mercado a los artificiales.

Cassini indicó que van a seguir buscando inversores y levantando capital para cumplir este objetivo y que una vez que lleguen, podrán licenciar la tecnología para producir en distintas partes del mundo para diversas industrias: "Estamos en conversaciones con el Gobierno de Santa Fe y hubo bastante interés de parte del Ministerio de Producción de la provincia que busca darle relevancia a emprendimientos de base científica y relacionados a alimentos”.

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