Algo muy común en las páginas de apuestas deportivas es que las cuotas fijadas para un determinado evento, generalmente incorporan la dinámica de los equipos o de los atletas implicados. En palabras sencillas, los corredores de apuestas suelen tener en cuenta la racha de victorias y el rendimiento anterior de los equipos antes de decidir las líneas y los precios. Todas las casas de apuestas deportivas reconocen el papel del “momentum” y, aunque no existen pruebas científicas o estadísticas que relacionen la racha de victorias con el rendimiento posterior, con frecuencia se integra y se refleja en las cuotas.
Entre los apostantes está muy extendida la idea de que apostar por momentum es una estrategia muy rentable en el deporte. La idea básica es que el momentum existe en los deportes, ya sea entre partidos o dentro de un mismo partido y, puesto que existe, la responsabilidad de un buen apostante deportivo es aprovecharlo en su propio beneficio. Si consiguen ser precisos y dar en el clavo cuando la racha ganadora aún está en marcha, entonces podrán obtener beneficios y presumir de sus excepcionales habilidades para apostar.
Sin embargo, parece que este tipo de enfoque se adapta mejor a los apostantes deportivos más ocasionales o a los apostantes recreativos, que están más dispuestos a basar sus elecciones en algo llamado momentum. O incluso los apostantes deportivos que son más propensos a tratar las apuestas deportivas como un juego de azar cualquiera.
También puede ser para apostantes deportivos más avanzados y profesionales que observan de cerca las rachas de victorias y han hecho un análisis más cuidadoso de cómo estas van a afectar al rendimiento de un equipo en un próximo partido para apuestas UFC, un ejemplo.
Pero lo cierto es que no existe ninguna prueba o relación estadísticamente establecida entre el momentum y el rendimiento posterior. Al menos de la manera objetiva o en una relación de causa y efecto que uno esperaría para considerar la confianza en el momentum como un criterio viable para apostar.
El momentum es la percepción de una probabilidad mayor de éxito que se deriva de suponer que, puesto que un equipo está experimentando una serie de victorias o una racha ganadora, seguirá haciéndolo. En pocas palabras, no es otra cosa que creer que un equipo —o un jugador individual— logrará otra victoria cuando últimamente ha sumado varias rachas ganadoras. A menudo decimos que están teniendo un “momentum” en este preciso instante y que esto les va a traer más victorias.
Una racha ganadora es, de hecho, el mejor arranque de salida para un nuevo partido o incluso para rendir dentro de un partido. Es estimulante y motivadora. De hecho, es todo lo que uno necesita para hacer algo excepcionalmente bien. Gracias al llamado momentum, hemos visto a equipos batir récords, a atletas lograr lo impensable y, en general, a deportes avanzar de formas que nunca antes habíamos pensado.
Aunque el momentum, según psicólogos y analistas deportivos, no es más que una “percepción”, que persiste, persevera y hace que los equipos y los jugadores adquieran una enorme confianza.
De hecho, ganan tanta confianza que acaban aprovechando y aplicando sus habilidades de forma más eficiente y eficaz y, al final, consiguen más. Y acaban —al menos muy a menudo lo hacen— consiguiendo más victorias, teniendo más de las buenas actuaciones que ya han exhibido y, finalmente, añadiendo más victorias a su racha.
Pero este puede ser el caso de los atletas o de los propios equipos y puede no tener nada que ver con la forma en que los apostantes deportivos toman sus decisiones a la hora de apostar. Por lo general, es un enfoque erróneo poner mucho énfasis e importancia en el éxito experimentado hasta el momento cuando se intenta pronosticar lo que ocurrirá en el futuro.
El momentum es muy subjetivo y, aunque existe la firme creencia de que afecta al rendimiento de un equipo y a sus posibilidades de ganar, lo cierto es que no hay nada tangible que apoye este argumento. En algunos casos, confiar demasiado en el momentum para hacer apuestas rentables puede conducir a los resultados contrarios.
Consideremos, por ejemplo, la apuesta al diferencial de puntos que se puede realizar en cualquiera de las principales casas de apuestas online en el próximo partido de la Selección de Argentina y el hecho de que, dado que existe una percepción generalizada de que el equipo tiene momentum, el diferencial de puntos establecido puede no estar reflejando realmente el escenario real. Los apostantes, creyendo en el momentum del equipo, hacen sus elecciones, solo para ver sus apuestas perdidas si la presión es demasiada para el equipo y se hicieron expectativas poco realistas debido a la racha ganadora.
Tal cosa no es infrecuente en los sitios de apuestas deportivas y es algo que los apostadores deberían tener siempre en mente, cuando se dan cuenta de que sus elecciones se hacen sobre la base del momentum percibido.
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